El psicoanálisis como disciplina surge XIX, si bien Freud en 1895 ya había comenzado a trabajar con la “cura por el habla” y lo que él denominaría método catártico, pero es en realidad hasta el cambio de siglo que la palabra psicoanálisis cobra el peso que tiene hoy día.
El 4 de Noviembre de 1899 se publica la primera edición de la interpretación de los sueños, obra fundamental para el desarrollo de la disciplina pues incluye ya gran parte de los postulados teóricos de Freud que sacudieron al mundo y que continúan haciéndolo hoy en día, como lo son el concepto de inconsciente, de yo y el complejo de Edipo, pero sobre todo su concepción de los sueños.
A lo largo de la historia podemos encontrar distintas épocas, culturas y personajes que han otorgado una gran importancia a los sueños como premoniciones derivadas del contacto con una divinidad que inspira las respuestas a problemas presentes o futuros o con entes daimónicos que se apoderan del cuerpo por las noches para atormentarnos. Freud es el primero en abordar un estudio científico y sistemático de los sueños procurando encontrar su causa y su significado para el soñante.
Los sueños cobran gran relevancia para el psicoanálisis y la humanidad, pues lo que Freud descubre es que los sueños son producto de la psique del soñante, mas específicamente de aquella parte de la psique que él denominó inconsciente.
Tomando como material de construcción las vivencias del día a día, las experiencias infantiles intensas y los deseos frustrados del individuo, el aparato psíquico elabora un sueño cuya finalidad es entre otras cosas permitir una descarga de la tensión que le genera el vivir en sociedad, teniendo que respetar normas morales y de convivencia social, reprimiendo deseos y generando una gran frustración.
En otras palabras, el sueño otorga una salida a la angustia del cotidiano vivir permitiéndole al soñante expresar sus mas auténticos temores y deseos, sin embargo no lo hace de una manera directa sino desfigurada y es por ello que nos resultan extraños y difíciles de comprender. Además de descubrir esta función del sueño, lo que Freud descubre es la forma de interpretarlos y rescatar su sentido escondido, mismo que es entraña un gran valor para el soñante.
Para la almohada
Los sueños no son productos estériles de nuestra mente, sino mas bien productos mensajes que contienen información de nosotros mismos y que esperan a ser comprendidos, si se les dedica atención y tiempo generan una gran riqueza personal.
José Estrada