Auténtico, audaz y orgánico, así es como José María Balmaceda define su estilo de diseño, que se enfoca a crear sólo una pieza: tapetes. “Esta pieza siempre me había llamado la atención, sobre todo por el valor humano que hay detrás de él”, nos comentó el diseñador textil, quien, cada que presenta sus piezas, las muestra como tapetes que están cargados energéticamente, ya que, detrás de cada tejido hay una historia. “Me encanta, porque es cuando el lujo, el diseño y el arte se humanizan” dijo.
El textil es uno de los elementos principales que distinguen los diseños de Chema, como le llaman de cariño, quien cuenta con dos líneas: la colección de India y la de Nepal.
La primera muestra, para Balmaceda fue por pura fe, como él lo dice: “La mejor amiga de mi mamá me contó de un taller en India. Lo busqué, y por pura fe, deciden mandarme muestras gratis para ver la calidad de los diseños”, comentó.
Nepal fue el segundo lugar en el que el diseñador encontró los textiles perfectos para sus diseños, después de que un amigo le ofreciera asociarse con él, pues su familia tenía una fábrica en dicho lugar.
Durante los años que lleva en la industria del diseño textil, Balmaceda confesó que uno de los principales retos al que se enfrentó fue a romper con el miedo que le generaba crear su propia firma, despues de cursar la carrera de Diseño Integral en la Universidad Iberoamericana.
La inspiración de Chema para crear sus piezas, a pesar de que las hace con materiales de otros países, la toma de sus raíces, así como de México: "Me inspiro de quien soy... soy un mexicano rodeado de belleza, colores, formas y texturas y, al momento en el que fusiono eso con un lenguaje del otro lado del mundo, el resultado es brutal", confesó.
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LUJO Y DETALLE. El tapete es de los pocos artículos de lujo que tiene Denominación de Origen, por cuestiones históricas. Foto: Cortesía[/caption]
POR DANIELA ZAMBRANO
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