Haz tu denuncia aquí

Santiago Arau, el fotógrafo aéreo del sismo de 2017

ESTILO DE VIDA

·
Santiago se ha distinguido por crear fotografía aérea con drones, y con sus tomas ha logrado conmover no sólo a mexicanos, sino a todos los que les interesa conocer más de nuestro país, a través de una perspectiva diferente y original de los lugares y sucesos que definen a México. Tenía cinco años cuando sucedió el terremoto de 1985 y, desde entonces, ya intentaba comprender por qué le asustaban los temblores.”A partir de ese momento no sé cuántos sismos han pasado”, compartió. “Empecé a estudiar fotografía en la preparatoria, cuando tenía 15 años. Recuerdo que mi abuelo me regaló una cámara de rollo Pentax”. El gusto de Santiago por la fotografía comenzó en 1995, y ahora, a sus 38 años de edad, ya es parte de su vida. Creció con imágenes como las de Zapata y Villa, las adelitas de la Revolución Mexicana, la matanza del 68 y los derrumbes del 85. “La fotografía juega un papel muy importante en México, y en el mundo, para contar las historias”. Agregó que así fue aprendiendo a “forjar un ojo” y a fotografíar, incluso tragedias, como la de un terremoto. “Crecí viendo fotografías de Tlatelolco derrumbado, del Hotel Regis, y de la ciudad destruida”. ¿Qué hacías cuando sucedió el terremoto de hace un año? Estaba en mi estudio en Mixcoac. Nunca había sentido un temblor así de fuerte. Hemos vivido muchos, pero ni siquiera el del 85 lo recuerdo así de fuerte. Se sacudió todo, y cuando dejó de temblar dije “algo tuvo que haber pasado”. Vi mis redes sociales y salí de mi casa para ver qué estaba pasando. Santiago tomó su mochila, se montó en su bicicleta y se fue solo con su cámara hasta llegar a la calle de Medellín. “Todo era un caos, estaba haciendo mucho calor y la calle olía a gas. La gente no entendía qué pasaba, estaban los bomberos y no sabíamos si un edificio se podía colapsar”, recordó. En ese momento no sabía la magnitud de la tragedia, sólo alcanzó a ver a la gente ayudando y así comenzó a realizar sus tomas. Para una mayor movilidad, Arau tuvo que elegir entre tomar fotos con dron o con cámara. “Tomarlas con un dron requiere de cierta responsabilidad. Lo que me convenció en ese momento fue que mediante un control remoto lo podía controlar, antes de esto se necesitaba de un helicóptero para poder realizar esas tomas”, aseguró. Después de tomar tus fotografías, ¿qué hiciste? Llegábamos por la noche y esas tomas se subían a una liga, totalmente abiertas. Esa fue nuestra forma de donar, no eran para ganar dinero con la tragedía, eran para comunicar lo que estaba ocurriendo. Muchos dieron el crédito, otros no. ¿Cómo llegó la idea de crear un documental? En ese momento no sabíamos que íbamos a realizar el documental. Nuestra intención no era hacernos famosos a partir de esto. Teníamos los equipos preparados porque estábamos realizando una crónica de la Ciudad de México con Diego Rabasa, y trata de lo que pasó en ese día, con puras tomas aéreas, no tiene ningún elemento terrestre. ¿Qué pasa con Santiago después del 19S? Hay un antes y un después. Nunca imaginé que tras el terremoto mi trabajo se daría a conocer más. Me doy cuenta de los alcances que tienen las redes, es algo contradictorio porque obtuve un beneficio del temblor, pero también fue porque estaba reflejando mi miedo, mis angustias, y eso se vio en las fotograf'ías que retomaron los medios internacionales para mostrar lo acontecido.   [gallery size="large" ids="372654,372655,372656,372657,372658,372661"]   Por Manuel Camacho-Zazueta

Temas