Desde pequeño, Aldo Chaparro estuvo rodeado de arte. En Lima, pasaba el tiempo junto a su padre y su hermano construyendo barcos de madera y objetos que funcionaban con electricidad, mientras que su madre dibujaba para una diseñadora peruana.
“Vine a Monterrey para la inauguración del museo Marco, y una cosa me llevó a la otra. Ahora acabo de cumplir 27 años en México”, dijo el artista desde su estudio en Madrid, ciudad española donde pasa la mitad del tiempo y por la que siempre ha sentido una gran atracción. “Desde mi primer viaje supe que en algún momento viviría aquí”, explicó. “El estudio surge como una consecuencia natural, pasaba mucho tiempo en esta ciudad y necesitaba un lugar dónde trabajar. Además, en Madrid está mi galería principal, Casado Santapau”.
Su mayor inspiración en la escultura son los diversos materiales con los que puede trabajar, como el acero, la madera, el latón o el concreto.
Pero aseguró que sus prioridades han cambiado con los años: “En estos momentos, uno de los asuntos más importantes para mí es la honestidad conmigo mismo. Para que una pieza me deje satisfecho, debe representar claramente quién soy y qué quiero”, dijo.
[caption id="attachment_269742" align="aligncenter" width="683"] FOTO: Óscar Valle[/caption]
Calor de hogar
Su estudio es su hogar, y para sentirlo como tal, Aldo conserva una misma identidad en los espacios que habita, tanto en México como en España. “El estudio está en la calle de Monteleón, arriba de Malasaña y cerca a Chamberi”, compartió. “Para mí es la zona ideal, no es para nada un lugar turístico y cuando estoy ahí llevo una vida muy tranquila, moviéndome casi siempre en mi barrio y lo que me queda cerca”. Aldo no está solo en esta aventura, y ahora comparte su tiempo, y su vida, junto a su prometida Fer Caballero, a quien conoció, en sus propias palabras: “Hace muchos años, y muchas vidas. Pero en ésta, fue por coincidencia y magia pura”.Lo trae en las venas
Fer es arquitecta, y para ella es de suma importancia diseñar los espacios en los que vive. “Tomé la decisión de estudiar Arquitectura de interiores, al mismo tiempo que seguía con mis estudios en arte”, expresó. “Para mí, todo se conecta”. Otra de sus pasiones es el yoga, que llegó a su vida desde los 16 años, a través de la danza. Con su socia, Anna Pao Covarrubias, Fer creó We Are Young Souls, proyecto con el que organizan retiros y enseñan diversas técnicas de meditación, para que los participantes aprendan a descubrir y a conectar con aspectos de sí mismos que desconocían. “Este proyecto nace al darnos cuenta de la falta de conexión en la que vivimos hoy. Los talleres se llevan a cabo en diversos lugares, y en hoteles certificados como autosustentables, rodeados por la naturaleza”, explicó sobre su trabajo. [caption id="attachment_269737" align="aligncenter" width="1024"] FOTO: Óscar Villa[/caption] Cuando está en México, Fer también explora su lado artístico. Una de las actividades que más disfruta es pintar y teñir textiles. “Cuando estamos viajando, trato de absorber por completo cada lugar en el que estamos. Aprender de todo lo que encuentre, llenar mi vaso de inspiración y meterme a cuanto taller y curso sea posible”, expresó.Una historia de amor
Chaparro inició 2018 con grandes noticias, anunciando que “Raw”, su exposición en la Sala Luis Miró Quesada Garland, ganó el premio Luces, en la categoría de Mejor Exposición Individual. A este triunfo se sumó su compromiso con Fer. Fue en Mumbai donde Aldo le expresó su deseo de formar un hogar con ella. “Aldo y yo hemos vivido este proceso, a cada momento, con mucho amor y muy conscientes de su importancia. Ese día, y cómo decidió llevarlo a cabo, se quedó grabado para siempre en cada parte de mí”. Aunque ya lo habían platicado, nunca se lo imaginó porque pensó que tardaría más tiempo en proponérselo. “No me dejó controlar nada y eso fue la sorpresa máxima”. Fer describió el momento como un corto circuito total: “Después me dio un ataque de nervios, entre risa y llanto simultáneo”, compartió. “Dos horas después me calmé, reímos, lloramos y nos abrazamos”. [caption id="attachment_269739" align="aligncenter" width="683"] FOTO: Óscar Villa[/caption] Fer, ¿qué te enamoró de Aldo? Fue algo en nuestra conversación, que duró dos meses antes de conocernos en persona. La confianza fue instantánea, porque había algo en su olor, como si ya nos conociéramos de mucho tiempo antes. Y a ti, Aldo, ¿que te llamó la atención de Fer? Desde la primera vez que vi una foto de ella quedé perdido. No podía creer lo hermosa que es. Pero lo que más me gustó fue el maravilloso universo que había construido alrededor de sí misma: sus intereses, gustos, arte; su vida y la forma genuina y abierta de expresar sus opiniones. La pareja disfruta de compartir su tiempo juntos, los viajes, el trabajo y los textiles, que se han convertido en una obsesión para ambos. Así es como nace su nuevo proyecto, que lleva por nombre Veintiséis Taller. Aún no definen la manera en que piensan realizar su boda, pero adelantan que les gustaría que fuera en un bosque o en una playa. “La verdad no tenemos ni idea, aún lo estamos creando”, explicó Aldo. “Pero estamos seguros que queremos algo que vaya completamente con nosotros y nuestra manera de ver la vida. Estamos muy felices de habernos encontrado”. [caption id="attachment_269740" align="aligncenter" width="683"] FOTO: Óscar Villa[/caption]Fernanda está hecha de buena madera, todo lo que hace y lo que veo en ella lo confirman. Nunca dejan de sorprenderme sus principios y valores, no hay muchas mujeres como ella”. Aldo Chaparro Aldo y yo hemos vivido este proceso y cada uno de sus momentos con mucho amor y conscientes de su importancia. Ese día y la manera que me pidió matrimonio quedarán grabados para siempre”. Fer Caballero