La noche de este miércoles, Justice regresó a la CDMX para demostrar por qué es uno de los actos de música electrónica más relevantes del momento y esta gira, uno de sus grandes logros tras más de dos décadas de trayectoria.
Menos de 10 meses después de haber encabezado el festival Vaivén, el dúo francés inició su gira latinoamericana –que también pasará, en las próximas semanas, por Buenos Aires, Argentina y Santiago de Chile– ante 11 mil asistentes que se reunieron en la capital de nuestro país.
A lo largo de 90 minutos, Gaspard Augé y Xavier de Rosnay presentaron una cuidadosa y súper enérgica selección de más de 15 éxitos diseñada para poner a bailar a sus seguidores, sin interrupción. Ante una escenografía engañosamente sencilla, en donde la minuciosa coreografía de luces replicaba los movimientos de la música y dirigía los del público, los franceses combinaron melodías clásicas, como “Genesis”, “Stress” y “D.A.N.C.E.”, que el público coreó como un auténtico himno generacional, con temas recientes, como “Generator”, “One Night/All Night” y la celebrada “Neverender”, creada en colaboración con Tame Impala, y que les mereció el tercer Grammy de su carrera.
Bajo rayos de luz que partían del escenario para sobrevolar a la audiencia y recortados contra el frenético desfile de focos que transcurría a sus espaldas, los djs demostraron el dominio absoluto que han logrado tanto de su presencia en vivo, como de su discografía que no temen alterar y reinventar a lo largo del concierto.
Sin necesidad de hablar con el público, confiados en la solidez del set para comandar a sus seguidores y renovar la relación que sostienen con algunos de sus temas más famosos, Justice presentó una versión increíblemente relevante y original de la expansiva música electrónica, fundida con otros géneros, como el jazz y el metal, que los hizo famosos.
fotos: OCESA
MAAZ
