La prolífica carrera de Robert De Niro siempre ha destacado por haber interpretado papeles inimaginables, pero ninguno como el rol que adquirió en la película que dirigió Kenneth Branagh en 1994, ya que además de someterse a sesiones de maquillaje que duraban más de ocho horas, el histrión tuvo que convertirse en un monstruo. Así que si tienes ganas de ver esta monstruosa transformación del ganador del Oscar lo puedes hacer en a plataforma de Netflix.
Frankenstein de Mary Shelley se estrenó en noviembre de 1994, con el objetivo de querer repetir el éxito que un par de años antes había alcanzado Drácula, de Bram Stoker, bajo la dirección de Francis Ford Coppola, para lo que Kenneth Branagh realizó un trabajo titánico en la adaptación de la historia y para recrear escenarios, vestimentas y hasta enfermedades característicos del siglo XVIII.
¿De qué trata?
La prematura muerte de su madre durante un parto, arranca violentamente a Víctor Frankenstein (Kenneth Branagh) de su idílica vida en Ginebra.
Desde ese día, la idea de vencer a la muerte será su obsesión y, por ello, decide estudiar medicina en Ingolstadt. Allí conoce al siniestro profesor Waldman, de quien se rumora que pasó su juventud estudiando la posibilidad de crear un ser humano.
Convencido de que la única forma de engañar a la muerte es creando vida, por lo que terminará utilizando los apuntes y conocimientos del profesor Waldman para continuar con sus experimentos.
Sin embargo, cuando logra dar vida a una criatura (Robert De Niro) formada con extremidades y restos de otros cadáveres, Víctor Frankenstein se da cuenta de su error. Mientras que el monstruo escapará y mientras yace escondido, aprenderá a leer, hablar y escribir observando el comportamiento de una familia de granjeros.
Años después, la criatura buscará a Víctor para pedirle que le cree a una pareja, para no estar solo y así desaparecer para siempre. Ante la negativa, el monstruo hará un acto de venganza que los llevará a una rivalidad que sólo terminará con la muerte de uno de ellos.
La película no tuvo el éxito esperado en el mercado de Estados Unidos, pero en el resto del mundo sembró millones de dólares en taquilla, por lo que la producción que tuvo un costo de 45 millones de dólares recaudó 112 millones de dólares.
Los críticos dividieron sus opiniones sobre el filme, al considerar que el proyecto fue ambicioso, además de que Kenneth Branagh se dio la libertad de hacer algunas modificaciones en la historia original y el guión adaptado por Steph Lady y Frank Darabont. Para dar mayor fuerza a la película, Francis Ford Coppola apareció como productor.
A pesar de ello, el filme obtuvo una nominación a los premios Oscar en la categoría de Mejor Maquillaje, algo que se destaca desde el trailer y que se nota en cada escena que aparecer Robert De Niro. Incluso, el director Kenneth Branagh rechazó que se mostrara plenamente al personaje, porque quería que los espectadores se sorprendieran al acudir al cine.
Si te gustan este tipo de historias y no habías visto esta película, es momento de que aproveches para hacerlo, ya que está disponible en la plataforma de Netflix.