El famoso camaleón británico, David Bowie, llevó a la fanaticada a los cuernos de la Luna con su obra maestra ‘Space Oddity’ que fue lanzada un 15 de julio de 1969, tan sólo cinco días antes de que el hombre pisara por primera y única ocasión el suelo de nuestro satélite natural, La Luna.
Bowie con apenas 22 años, sacó al mercado su obra que sirvió como fondo musical a la transmisión que la BBC de Londres llevó a cabo cinco días después para narrar uno de los acontecimientos históricos más relevantes de las que se tiene memoria, desde luego nos referimos al alunizaje de la cápsula del Apollo XI, con la que oficialmente los Estados Unidos pusieron a un hombre en La Luna.
El tema cuenta la historia del Mayor Tom, un astronauta totalmente ficticio que cubre una misión en el espacio y que al paso del tiempo corta su comunicación con la Tierra para aventurarse en el frío vacío entre las estrellas y la silencio absoluto.
La relación entre el relato de Bowie y lo que estaba pasando a las afueras de la atmósfera de nuestro planeta le dio la oportunidad a la BBC (como les decíamos) de retransmitir en directo el alunizaje del Apollo XI, lo que llevó a lo más alto de la escena musical a Bowie y con ello avanzó más rápido en la conquista de la cima, a la par de la llegada del hombre a la luna.
Aunque he pasado cien mil millas
Me siento inmóvil
Y creo que mi nave espacial sabe hacia dónde ir
Díganle a mi esposa que la amo, ella sabe
Algunos especialistas indican que este tema lejos de ser un triste relato respecto a la desesperanza del Mayor Tom y por su aparente muerte (aunque en ‘Ashes to Ashes’ sabemos que no sucedió), es una especie de catarsis de Bowie para experimentar la soledad en un momento en el que los reflectores y las cámaras estaban puestas en él y con la historia de Tom, cumplió su sueño de poder contemplar las estrellas en absoluta soledad y con el universo de fondo.
Bowie entró en el Hot-Parade inglés por primera vez gracias a 'Space Oddity', llegó a contar con una casi desconocida versión en italiano, y con ello se abrió el camino para que la canción aparecía nuevamente en su segundo disco, esta vez con la producción de quien sería su productor estrella durante toda su carrera, Tony Visconti.