A un año de detener sus presentaciones, la Big Band Jazz de México, que dirige Ernesto Ramos, regresa a los escenarios este sábado con un concierto para rendir homenaje al maestro Armando Manzanero, con quien la banda hizo dos giras por el país y siempre admiraron.
“Manzanero fue una persona cercana para la banda y para mí, fue mi padrino, hicimos giras y dos discos, por eso creo que más que homenaje es darle continuidad al trabajo que hicimos con él, es recordar sus temas que cuentan con arreglos especiales para poderles dar vida en compañía de grandes amigos que también lo admiraban, como Kika Edgar”, detalló Ramos.
El concierto será presencial este 24 de abril en el Parque Interlomas con un aforo del 30 por ciento, lo que representa un gran logro para la banda, porque al mismo tiempo se genera empleo para los 25 miembros de la Big Band y del staff que trabaja con ellos.
“Creo que ya hace falta después de un año de estar con la industria parada regresar a los recintos. Ahora necesitamos el apoyo del público porque independientemente de que se puede volver a escuchar la música, se genera una infinidad de empleos, y mi filosofía como director, es generar trabajo, por eso pido el apoyo de los mexicanos para que se sumen a este esfuerzo y al mismo tiempo disfruten de las melodías del maestro Manzanero”, agregó.
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El show durará poco más de 90 minutos y el recinto cuenta con todas las medidas sanitarias para que el público que vaya se sienta protegido. Además, todos los músicos están en confinamiento y haciéndose constantemente la prueba PCR para evitar los contagios en los ensayos y el día del evento.
Francisco Céspedes y Gabriel Salas también son parte de los invitados del recital, los dos aceptaron formar parte de este evento para recordar al compositor y al mismo tiempo, volver a tener contacto con la gente, algo que también necesitan.
Ramos resaltó que como padre de familia, siente el deber de inculcar en los niños el gusto por el jazz, mostrarles que no todo es reguetón. “Una vez hablando con el maestro Manzanero me dijo que era triste que los infantes escucharan desde muy temprana edad letras feas, ya que recordaba que él creció oyendo poemas”, finalizó.
Por: Patricia Villanueva
dhfm