Sí, sí, ya se ha dicho hasta el cansancio que a los asistentes al Vive Latino les importó poco o nada que la pandemia del coronavirus se pudiese extender en eventos masivos.
Eso quedó de manifiesto desde el primer día del evento. Pues bien, como ya no caben las reclamaciones, el momento de disfrutar le ganó el terreno al miedo y toda “la banda” se dejó llevar por ahí de las 5:30 de la tarde con el sonido de una de las bandas más queridas entre los millennials mexicanos, es decir, Porter.
Regreso a la secu
Porter es parte del soundtrack de la vida de los jóvenes y con canciones como Cuxillio, Vaquero Galáctico y Murciélago hicieron que las montones de almas se sacudieran y regresaran a esa época en al que había que escuchar la música a través de un CD.
“La hora pacheca”, se escuchaba decir a los asistentes, pero lo cierto es que más que pacheca fue la hora de mover las cabezas de un lado a otro muy suavemente y cerrar los ojos, quizá añorando los años que atrás quedaron.
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Espiral
Llegó el momento, por ahí de las 5:45 pm de que las bocinas reventaran con la canción emblema de la agrupación: Espiral.
Por ahí uno que otro vaso con cerveza salió volando por encima de todos y el muñeco descabezado con el que la banda decidió animar a la gente se elevó varios metros.
La última rola fue Huitzil y con su "oh! oh! oh! oh!", puso "chido a todos".
Era el momento, la secundaria de los millennials estaba de regreso.
Por Paola Sánchez
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