El éxito inmediato, los reflectores, la exposición y el reconocimiento, son situaciones que las nuevas generaciones ven esenciales en su día a día, pero para su suerte no todos tienen la forma de obtenerlo.
El Cuarteto de Nos es el ejemplo más real de lo que es trabajar todos los días por llegar al éxito, sin importar cuántas veces debes intentarlo, el tiempo que le inviertas, si tienes un objetivo bien estudiado, el éxito tiene que llegar, así lo define Roberto Musso en una serie de conferencias que imparte el vocalista y mente maestra detrás de la banda más importante de Uruguay.
Musso de 55 años, quien es ingeniero de profesión y músico, compositor de tiempo completo, recuerda mediante una serie de pláticas el duro camino del crecimiento tanto personal como creador de música.
Explica que pese al paso de los años hay momentos en que las cosas no funcionan o se cree en el fracaso, pero que desgraciadamente la idea de no tener éxito a la primera provoca que muchas veces se desista a volver a intentarlo.
¿Por qué me cuesta tanto llegar?
El proceso de composición de "Yendo a la casa de Damián" la canción más emblemática de la banda, es usado por Musso para ejemplificar el difícil camino de obtener los objetivos en la vida.
Desde encontrar las palabras exactas para tener una composición ideal y hasta encontrar el nombre perfecto para la canción, son descritos uno a uno por el músico.
El tiempo invertido en proyectos que al final terminan en un fracaso, no deben ser vistos de una mala forma, en cambio deberían ser un sustento para en que más adelante se aprenda de ellos.
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Roberto describe que actualmente estamos tan acostumbrados a tener un éxito inmediato, que cuando invertimos más tiempo en algo, la gente entra desesperación y precipita el fracaso.
Los integrantes del Cuarteto de Nos en el 2003 aún veían el proyecto como algo alternativo a su vida como profesionales, fue hasta la grabación del disco "Raro" cuando decidieron tomar la banda como su principal forma de obtener ingreso, pese a ya estar todos pasando los 40 años de edad y tener un trabajo fijo y bien pagado.
"Éramos unos cuarterones siguiendo un sueño de adolescentes", comentó Musso durante una conferencia.
"El éxito no importa cuándo llegue, esté se trabaja y no lo tienes que estar esperando", finaliza Roberto.
Soy un guerrero y todavía respiro
Roberto cuenta una anécdota, del momento que supieron le hizo que lo que estaban haciendo iba por buen camino.
En una visita en Cordoba, Argentina, un allegado al Cuarteto de Nos les pidió recibir a una fan en el camerino, ella buscaba un autógrafo de la banda. La chica acababa de iniciar un tratamiento contra el cáncer.
Al llegar a camerino vieron que la chica ya se encontraba tapada debido a los estragos del tratamiento.
Al estar de frente a ellos, ella les muestra una frase tatuada que se acaba de hacer la cual decía: "Soy un guerrero y todavía respiro". La frase proviene de una canción escrita por la banda.
"Es el momento en que te das cuenta que lo qué haces tiene un objetivo real: impactar a la gente y cambiar vidas", finaliza Musso.
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Por Redacción Digital El Heraldo de México
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