Lupe Esparza, salvaje y tierno

En 1991 el grupo mexicano Bronco lanzó su undécimo disco titulado Salvaje y tierno, el cual vendió 200 mil copias en Estados Unidos –sólo durante el primer mes– y tres millones de copias en México. ¿Quién iba a pensar que aquel álbum describiría muy bien la personalidad de Lupe Esparza?, un hombre de 1.82 m de altura, que casi siempre viste botas vaqueras y sombrero; que monta a caballo una vez a la semana, y que cuando camina, parece que aún está arriba de él. A Lupe le gustan las películas románticas que lo hacen llorar. Es hogareño y no tiene problema alguno para ayudar a su esposa en la cocina desmenuzando el pollo o en ir por sus nietos a la escuela todos los días. Sin importarle que le digan mandilón, porque lo más sagrado para él son los momentos en familia. Al mismo tiempo, es un hombre fuerte y determinado que en los 80 y 90, junto a su grupo, pisó los escenarios más importantes de Estados Unidos y México, como el Estadio Azteca con su gira Del Adiós (1997) en donde se presentaron solos con el recinto lleno, usando todos los lugares porque tuvieron un escenario giratorio. En ese concierto, el intérprete le agradeció a sus seguidores, a su equipo de trabajo y a su productor Homero Hernández (q.e.p.d.). Con este tour se despidieron de los escenarios en su momento más taquillero. “Ese show marcó una huella en el regional mexicano. Que aún está ahí. Recuerdo que durante el soundcheck, al ver el monstruo de concreto solitario nos dio terror imaginar que no se llenaría, eran sentimientos muy encontrados entre la emoción y el temor del fracaso”. Pensativo habla de sus primeros años en la música, los cuales fueron difíciles , llenos de impotencia, inseguridad, de no sentirse valorados, sin dinero para comprar un autobús, ropa o aparatos para salir de gira. ¿Algunos colegas suyos señalan que lo difícil no es llegar, sino mantenerse? Para algunas personas es fácil llegar con dinero… El éxito tiene precio, no es tanto el gran talento que puedas tener, porque aunque tu talento se desborde, si no tienes la manera de hacerte escuchar, te quedas en tu casa frustrado. Ahora las redes sociales son una herramienta muy importante para dar a conocer a más personas. ¿Cuál es el precio de su éxito? El precio lo era todo. Era complicado que grabáramos un disco, luego era difícil seguir sin una disquera que hiciera que tus canciones sonaran en la radio o tus videos fueran vistos en la TV. Pero aún ahora, si no tienes este apoyo es muy complicado que la radio te toque simplemente porque seas fulanito de tal, tengas una trayectoria o les encanta tu talento. Así ha sido siempre. Es muy frustrante para la gente que tiene mucho talento, pero es lo único que tiene. .¿Cuál fue la clave del grupo? Siempre tuve la visión de que Bronco tenía que ser un grupo diferente. No sólo en la música, también en la manera de vestir, porque nadie imaginaba a unos tipos de botas y sombrero cantando una balada. Eso nos funcionó muy bien. Siempre fuimos polifacéticos, tocamos temas románticos, norteños e infantiles. No como ahora que hay un estilo de música que está pegando y todos se van por ese estilo. Ya sea duranguense, banda o reguetón. Todo el mundo graba el género de moda y hay un sinfín de personas que van por ese desfile. Se acaba eso y después ya no hallan qué hacer. [caption id="attachment_276559" align="aligncenter" width="600"] Foto: Archivo/ Cuartoscuro[/caption] ¿Aún sigue sintiendo pasión al tocar? Por supuesto. Ahorita me entusiasma estar en el Auditorio Nacional porque es un recinto que quizá no tenga la capacidad del Estadio Azteca, o lugares masivos en los que nos presentamos con 30 mil o 40 mil personas, pero nos emociona por lo que significa el recinto, porque varias estrellas han estado ahí, y que ahora nosotros seamos parte y ya vamos por nuestra tercera fecha. Pero El nido Águila no es el único escenario imponente en el que se han presentado, en los 90 rompieron todos los récords de audiencia en Dallas, Texas, y México al ofrecer conciertos para más de 50 mil personas en deportivos. En esa época conocieron a muchos rockeros de México que los iban a visitar a los camerinos, entre ellos los de la Maldita Vecindad y los Caifanes, sí, Saúl y su pandilla, iban a escuchar los temas regionales del grupo. ¿Entonces la escena del Vive Latino, en donde estuvieron el año pasado, no les era extraño? Para nada, nos sentimos como en casa… porque ya habíamos convivido con ellos. Ya los conocíamos, los recuerdo de cabello largo, tatuajes, oliendo raro y cantando ‘Que no quede huella’. ¿Se consideraría un rock star? La historia de Bronco fue un huracán que invadió clases sociales y gustos musicales. Estoy seguro de que hasta Plácido Domingo ha oído hablar de nuestras canciones. Creo que cualquier músico, rockero, bachatero, salsero o cualquier latinoamericano conoce una canción de nosotros. Si lo ponemos al revés, tal vez otros compañeros nuestros no conocen temas de rock. Ésa es la diferencia que hay y nos sentimos muy a gusto. ¿Experimentarían en otro género musical, como el reguetón? No me gusta porque tienen letras ofensivas hacia las mujeres. Me da tristeza escucharlas, pero sé que no puedo hacer nada con el gusto de la gente. No lo critico, estamos en otros tiempos. Para mi gusto se denigra un poco la integridad de la dama. No iría por ese camino, pero no estoy peleado con el reguetón. Incluso trabajo en algo con Nacho, quien fue mi compañero en Pequeños Gigantes, sé que no todo está mal, hay letras bonitas, románticas, sensuales, sin ser pornográficas o corrientes. A finales de la década de los 90, el grupo se desintegró. Años después regresó como el Gigante de América y siguen tocando. ¿Qué pasó? Regresamos porque es algo que nos gusta, no por supervivencia. Al respecto, me refiero a los grupos que en su momento tuvieron éxito. Traían sus carros del año, joyas, mujeres y vicios, pero no se percataron de que nada es para siempre y muchos compañeros se dejaron llevar por eso y hoy siguen trabajando muy cansados, envejecidos y enfermos para sobrevivir. Nosotros estamos aquí por amor, agradecidos por el apoyo del público. Además mis hijos (José y René) quisieron dedicarse a esto, yo no quería porque conozco el camino y es duro. Pero decidimos cabalgar juntos y empezar otra vez. En enero del año pasado recuperaron el nombre oficial de Bronco, pero bien dice que ahora son tiempos distintos, ¿qué le ofrecen al público para conquistarlo? El disco físico está por desaparecer, por eso teníamos que regresar con un proyecto para conquistar al público que no nos conocía y a los que ya nos seguían. Prueba de ello fue el disco Primera Fila, con arreglos que hacían sonar diferente a las canciones e invitando a compañeros nuevos a nuestro género como Julieta Venegas, Cristian Castro, los niños de Lemongrass o León Larregui que es agua y aceite, pero estaba feliz de estar ahí. Un trabajo que gustó tanto y hasta tuvimos una nominación al Grammy Latino. MÁS DE LUPE Le gusta el futbol, pero no se pone ninguna camiseta porque no le gusta sufrir. Se considera tan mexicano, que si siguiera a un equipo, sería el Guadalajara por tener talento nacional. Siente que el país está en una época difícil, pero no para las tradiciones de México. Los miembros originales del grupo eran José Guadalupe Esparza, vocalista; Ramiro Delgado, teclados y acordeón Javier Villareal, guitarrista, y José Luis, mejor conocido como Choche en la batería. Fue juez en el reality Pequeños Gigantes. POR PATRICIA VILLANUEVA
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