Tuvieron que pasar 3 años y millones de discos vendidos para que la hija pródiga de Spotify, Taylor Swift, volviera a la plataforma de transmisión de música por streaming más grande del mundo.
Fue a fines de 2014 cuando la estrella pop solicitó que se dieran de baja sus contenidos al considerar que el bajo pago por reproducción de sus canciones que hacía Spotify era una devaluación de su trabajo. “La música es arte, y el arte es importante y raro, y las cosas importantes y raras son valiosas, deberían ser pagadas, no gratuitas”, argumentó entonces Taylor Swift.
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Pero ahora, todo el catálogo de cantante originaria Pensilvania estará disponible para los millones de usuarios de la plataforma, sin restricciones, incluyendo su más reciente disco, 1989.
Y junto con Spotify, Taylor aprobó que sus cinco discos también se subieran a otras plataformas de música en streaming como Pandora, Tidal y Amazon, entre otras.
De acuerdo a los representantes de Swift, de 27 años, la decisión tomada por la artista es un agradecimiento a todos sus fans por haber alcanzado 10 millones de copias vendidas de su disco 1989.
Por Redacción El Heraldo