La vida de Enrique Bátiz estuvo marcada por la genialidad, el éxito y, en sus últimos años, por la polémica y la enfermedad. Ayer, a los 82 años, falleció el director de orquesta, pianista y maestro. En redes sociales, la comunidad musical del país lo recordó con sus claroscuros y con el talento que hizo de la Orquesta Sinfónica del Estado de México, una de las mejores, con un repertorio pocas veces escuchado.
Y es que Enrique Bátiz fue un hombre de su tiempo, uno de los arquitectos fundamentales de la música orquestal en México, que ejerció con un temperamento celebrado por muchos, pero cuestionado por otros.
Por más de seis décadas impulsó la música clásica en el país. Fundó la Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM) en 1971 y fue titular de diversas orquestas como la de la Ciudad de México y director huésped en la Royal Philharmonic Orchestra.
En 2018, tras una serie de polémicas como una acusación de abuso, el avance de síntomas de Parkinson y diferencias profundas con algunos músicos de la OSEM, renunció a su titularidad. Sin embargo, ese mismo año retomó su vida en el podio en diferentes agrupaciones como la Sinfónica de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo.
La UNAM, el INBAL y la Secretaría de Cultural federal son algunas de las instituciones que lamentaron la muerte del pianista mexicano.
EEZ