La proliferación de sectas satánicas, el tráfico de personas y el secuestro que padecen cientos de adolescentes y mujeres en Puerto Rico, son abordados por la escritora Helena Sampedro en la novela Al encuentro del fuego (Planeta, 2024).
La historia narra la vida de Sofía, una adolescente de 16 años, quien decide escapar del infierno que ha creado su madre, Pandora —enferma del síndrome de Diógenes, es decir, aislamiento voluntario y abandono personal y doméstico—, y se enfrenta a la violencia y a la maldad que existe en las calles.
En entrevista, la también autora de La Víspera Del Grito (2016) contó que la novela se inspira en una fotografía que le enviaron de una amiga y su hija, quienes se encontraban viviendo en su casa con una acumulación de basura, cuyos problemas eran desconocidos para todos.
“La evocación de las moscas y la peste a carne podrida le recordaron a Sofía por qué deseaba irse de su hogar”, se lee en las primeras líneas de la novela, con las cuales Sampedro reflexiona sobre el poco apoyo que suele darse a las personas que padecen algún trastorno o enfermedad mental.
“Sofia vive atormentada por el inexplicable suicidio de su abuela y por el síndrome que sufre su madre, está lastimada y quiere respuestas”, contó la escritora puertorriqueña.
En su huída, la protagonista conoce a chicas que, pese a sentirse igual que ella, “aparentemente” han salido adelante con el apoyo de una secta, un grupo del que han desaparecido mujeres y niñas. “A veces se piensa que en Puerto Rico hay menos desaparecidos, pero la realidad es que sólo es un territorio más pequeño, con menos gente; tan sólo en la última semana me he enterado de la desaparición de tres jóvenes; entonces, qué estamos haciendo, y no sólo en materia judicial, sino como sociedad, nos tapamos los ojos ante casos como el de mi amiga, como el de su hija, como el de los niños que están en los albergues o como el de las personas en situación de calle”, cuestionó.
Y agregó: “Mi libro busca alertar a los jóvenes y a las personas que atraviesan situaciones difíciles, porque el enemigo puede estar cerca, en sus propias casas o en grupos de ayuda como éstos que buscan pintarles un panorama que no es posible”.
PAL