CÚPULA

Conservar lo efímero

Danza UNAM es la depositaria de una página de la historia de la danza nacional, luego de que Magnolia Flores, ex directora del Ballet Independiente, donó el acervo de la compañía fundada en 1966

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: CORTESÍA BALLET INDEPENDIENTE

Raúl Flores Canelo (1929-1992) “fue un creador en toda la extensión de la palabra”, así lo recuerda Magnolia Flores, viuda del bailarín y coreógrafo, quien el 6 de mayo donó el archivo personal del artista a la UNAM para el estudio de la disciplina y el entendimiento en torno a la Danza Moderna Mexicana.

En entrevista, la ex directora de Ballet Independiente indicó que la donación representa el fin de la compañía, que inició con el artista monclovense en 1966 y que concluye con ella. En 2018, sin embargo, Roberto Vázquez, entonces subdirector del INBAL, dio a conocer que la compañía cerraba un ciclo debido a que Magnolia Flores estaba cansada, mientras que ella argumentó que desde 2017 el ballet ya enfrentaba una crisis financiera porque no había recibido el apoyo del programa México en Escena, lo que complicaba mantener al cuerpo de baile.

“La donación es un acto de amor, todo es amor”, manifestó Magnolia Flores, quien refirió que entregar el archivo a una institución como la Universidad va a perpetuar al creador en su vida y obra, pero también va a ser un hilo conductor que ayude a guiar las nuevas formas de hacer danza en el país.

La decisión de donar el archivo a la UNAM, contó, tiene que ver con dos motivos: el primero, por considerar que el arte enfrenta una crisis en el país en donde los apoyos del INBAL son insuficientes, y, el segundo, porque la UNAM fue parte de su formación y de su vida. “Cada papel que entregué esboza la lógica y la sencillez de Raúl, quien en su interés por lo mexicano y las cosas que lo afectaron, lo llevaron a crear una danza plural que llegó a territorios poco explorados”, dijo.

Explicó que aunque al bailarín y coreógrafo no le gustaban las etiquetas, la Danza Moderna Mexicana compartía ciertas características con las artes de ese tiempo, lo que lo llevó a ser ubicado dentro de este movimiento y a convertirse en uno de los bailarines y coreógrafos más emblemáticos del siglo XX.

“Raúl se sentaba en cualquier parte de la casa, dibujaba, hacía anotaciones y bocetaba proyectos mientras escuchaba música… él se entregó a la vida y a la danza sin reservas, su creación fue resultado de ésta pasión y entrega”, recordó Magnolia Flores, quien exaltó la empatía y el compromiso que su esposo tenía con las clases populares del país.

“Donar este acervo significa mucho para mí, sobre todo siento alegría, sé que está en buenas manos y lo entregó confiando en que su legado puede aportar a la creación de danzas nuevas y visibilizar la identidad del país, creo que le debemos eso: dar a conocer su trabajo, uno que lo apasionó y del que afortunadamente existen algunos registros”.

Agregó que aunque el bailarín y coreógrafo tenía una idea romántica e idealizada de la danza y de la actividad artística en el país, también fue consciente y criticó las condiciones de precariedad que los artistas enfrentaban, por lo que para él la danza fue también una forma de narrar a los mexicanos y una forma de denuncia. La donación a la UNAM, dijo, se conforma por cartas personales que le escribió a ella, a sus amigos y a algunas instituciones, pinturas, dibujos y bocetos de escenografía y vestuario.

Cortesía: Ballet Independiente

SOBRE LA DONACIÓN 

En entrevista, Claudia Lavista, directora de Danza UNAM, refirió que Magnolia Flores entregó a la Universidad un archivo que abarca de 1960 a 1992, el cual evidencia el legado de Raúl Flores Canelo como bailarín, coreógrafo y diseñador de vestuario y escenografía. “Antes de ser bailarín, Raúl fue estudiante de artes plásticas porque quería ser pintor, una disciplina que aplicó a su quehacer en la danza, una labor que hoy enriquece el estudio de la disciplina en México”, contó la también fundadora de la compañía Delfos Danza Contemporánea, quien detalló que el acervo fue entregado en excelentes condiciones y debidamente ordenado.

“Un archivo te habla de la historia de la persona, de la historia de un lugar específico, del desarrollo de una disciplina, de las relaciones de la humanidad y de los contextos políticos, artísticos y sociales en los que se desenvuelve la vida y obra de ese alguien, por eso, parte mi proyecto al frente de Danza UNAM es la de continuar y fortalecer la creación del Archivo Nacional de Danza”, señaló.

El acervo de Raúl Flores Canelo, explicó Lavista, equivale a 0.45 metros lineales de carpetas que contienen documentos oficiales, cartas personales y de trabajo, pinturas, dibujos y 56 piezas doble carta de bocetos de vestuarios y escenografía, los cuales, hasta el momento se encuentra bajo el resguardo de Danza UNAM para posteriormente ser catalogado y digitalizado por el Archivo Histórico de la UNAM (AHUNAM). “Estamos frente a una conciencia de gestión y de documentación de la danza que no había en ese tiempo, por lo que el archivo enriquece y nos da un panorama de tres décadas de la disciplina y de su creación, además, de ayudarnos a establecer conexiones entre la danza del siglo XX y del XXI”, dijo la bailarina, quien explicó que hasta el momento no se han contabilizado con exactitud los documentos.

Por otra parte, La Vista reiteró que el Archivo Nacional de Danza de la Universidad, proyecto que se gestó bajo la dirección de Evoé Sotelo, ex directora de Danza UNAM, va a ser fortalecido y robustecido por ella los siguientes cuatro años. “En los primeros meses del año, al Archivo Nacional de Danza se sumó el acervo del escritor y periodista Alberto Dallal, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, colaborador de importantes suplementos y revistas culturales a nivel internacional y crítico de arte y danza. Posteriormente la Universidad recibió el de Raúl Flores Canelo”, contó.

Por último indicó que dirección a su cargo también se encuentra en pláticas con Claudia Cárdenas Sosa, viuda del único hijo de Waldeen von Falkenstein —bailarina norteamericana, precursora del Movimiento Mexicano de Danza Moderna—, para concretar la donación del importante archivo que reunió a lo largo de su vida, sin embargo, enfatizó que aún son pláticas por lo que desconoce la cantidad de documentos y sus condiciones.

Por Azaneth Cruz

azaneth.cruz@elheraldodemexico.com

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