Frida Kahlo “ha sido convertida en un producto”, lo dice Cristina, sobrina nieta de la artista mexicana más conocida y cotizada en el mundo. Ella también es Kahlo, su padre fue Antonio, hijo de la hermana de la pintora, también Cristina. “A partir de la creación de Frida Kahlo Corporation (FKC), se ha creado un desajuste total con respecto a una artista”, agrega.
El 13 de julio se cumplen 70 años de la muerte de la artista y Cristina Kahlo piensa que el nombre de su tía abuela ha sido arrebatada a los mexicanos en una transacción que considera “ilegal”. Se refiere al negocio, iniciado en 2005, por el que se creó la marca FKC, con el empresario venezolano Carlos Dorado, que permite comercializar el nombre y la imagen de la artista a nivel mundial.
“Esa marca está hecha ilegalmente porque la hicieron diciendo que mi padre había fallecido y no había tenido hijos, entonces, de entrada, fue creada ilegalmente. Y ya en lo que corresponde a Carlos Dorado, pues es un empresario, compró una marca”, señala. Cristina explica que su bisabuelo Guillermo Kahlo, padre de Frida, tuvo seis hijas, dos de su primer matrimonio, medias hermanas de la artista y cuatro del segundo, de estas sólo Cristina, su bisabuela --de quien le ponen el nombre-- tuvo dos hijos.
Ellos fueron Isolda (quien inició la transacción para crear FKC y que fue madre de Mara Cristina Teresa Romeo Pinedo y abuela de Mara de Anda Romeo) y Antonio, padre de Cristina, pero también de sus hermanos Guillermo y Mariana Kahlo. Nuestro apellido, dice, fue Kahlo y no Romeo Pinedo porque “mi papá, a los 18 años, legalmente se cambia el apellido paterno, que era Pinedo, pero hay un acta de cuando hace el cambio de apellido, no lo hace por Frida, lo hace por su madre, por Cristina Kahlo, él convive muy poco con su papá y se quita el apellido Pinedo y se queda nada más con el Kahlo”.
Tras la muerte de Isolda, “las Maras” han establecido una serie de disputas legales para seguir comercializando la marca Frida Kahlo, pero Cristina piensa que han convertido a la artista en un producto: “Lo que nosotros queremos es admirar a Frida Kahlo como pintora, que se haga difusión de su trabajo, no nada más desde la parte anecdótica. Si Frida Kahlo viera en qué objeto ha sido puesta le daría un coraje espantoso y eso es no entender quién era Frida Kahlo, no entender nuestra mexicanidad, no entender el sentido de lo que ella promulgaba”.
Cristina señala que a ella y a sus hermanos no les interesa el lado comercial que se ha creado en torno a su tía abuela, de hecho, la comunicación con sus primas, “las Maras”, no existe. “A nosotros la gente nos conoce, saben que somos familiares de Frida Kahlo, pero que estamos en la cultura, mi profesión de fotógrafa me produce gran satisfacción, eventualmente hago curadurías de exposiciones como lo he hecho para México y para otros países, pero es un trabajo profesional, ético, no estamos en esto”, señala tras asistir a la inauguración de la FILCO, en el centro de Coyoacán.
La fotógrafa piensa además que las instituciones culturales del país deberían actuar más en torno al conflicto por el nombre de Kahlo. “Creo que se dejó pasar el tiempo y eventualmente las cosas están como están actualmente, es una confusión total”.
En el afán de divulgar a la artista, Cristina Kahlo está por inaugurar una exposición en el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, de Altavista, que reunirá imágenes de la artista y el muralista Diego Rivera en el Hospital American British Cowdray, que atendió a pintora en los años 50, junto con algunos expedientes médicos. “Es una forma de tratar a Frida desde una parte muy humana, o sea, no nada más esta parte colorida y demás, sino realmente es cómo entrar a la entraña”, dice.
- FKC ha estampado el nombre de la artista en licores, artículos escolares, restaurantes, juguetes o ropa
- En el último episodio por los derechos, "las Maras" fueron demandadas por Alfonso Durán
- El empresario reclama 3.5 mdp alegando que fue engañado por las sobrinas nietas de Kahlo de que poseían la marca
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