CÚPULA

Isaac Hernández: “El arte no debe ser arrogante”

El bailarín mexicano, figura internacional de la danza, prepara su regreso a México con el espectáculo Despertares, en el Auditorio Nacional

EDICIÓN IMPRESA

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Créditos: David Suárez

El arte, dice Isaac Hernández, no debe ser arrogante, tampoco sus artistas, ni la industria que envuelve a una disciplina como el ballet. Hoy, reconoce, lo ha entendido. Es la madurez, advierte. Y es que el Primer Bailarín del Ballet de San Francisco y fundador de la productora Soul Arts y del proyecto dancístico Despertares comprende que su trabajo es ofrecer al público lo mejor de sí mismo y de la danza.

Desde hace un par de años que Isaac (Jalisco, 1990) regresa a México no sólo en un mejor momento artístico y técnico, sino también con una visión de su espectáculo mucho más enfocado en ser una ventana al mundo del ballet y de la danza contemporánea que ahora mismo se baila en los escenarios internacionales y con el entendimiento del papel que juegan los artistas en las sociedades. 

La edición número diez está lista para presentarse el 23 de agosto en el Auditorio Nacional. 

-¿DESPERTARES ES UNA EXCEPCIÓN EN EL MUNDO DE LA DANZA? 

Lo que más me interesa es hacer las cosas diferentes, creo que siempre me ha dado terror no hacer algo porque a alguien no le parece correcto o adecuado. En mi profesión se peca muchísimo de eso y también de un cierto menosprecio por el público porque se cree que no sabe; muchos artistas, sobre todo en el ballet, lo ven así. 
Me encantaría encontrarme a alguien que me diga eso otra vez o a alguien que me diga que su trabajo es educar al público porque no es así, ni remotamente. El trabajo de nosotros, objetiva y prácticamente, es entretener al público, es ofrecerle una versión digna de nuestra profesión y de nuestro talento, es el público el que decide porque no es tonto, la gente sabe bien qué es lo que les gusta y qué es lo que no; pueden vivir una experiencia inolvidable o perfectamente olvidable porque no es responsabilidad del público que le guste lo que a ti te gusta.
Yo, de cierta manera, empecé con Despertares pensando en que íbamos a crear un público y que íbamos a educar al público, eso fue un grandísimo error. Cuando empecé a ver al espectáculo como lo que es: la oportunidad de ofrecer al público la mejor versión de mi profesión, la mejor versión del entretenimiento dancístico, la respuesta fue otra porque se diversificó el público, pudimos tratarlo con respeto, darle su lugar, dejarlo que decidiera si sí es un proyecto que quiere continuar viendo en el país o no.

 

-¿Y QUÉ TE LLEVÓ A ESA CONCLUSIÓN, A ESE CAMBIO DE VISIÓN?

La madurez y el entendimiento de mi lugar como artista en la sociedad. El posicionamiento de tratar de educar al público viene de una arrogancia extrema que nos ha aislado de la realidad del entretenimiento y de la realidad del posicionamiento de nuestra industria. Y no es que al público no le guste el ballet, porque ya hemos probado que sí, es que al público probablemente no le gusta cómo lo tratas o lo que le estás ofreciendo no le parece de calidad, no le llega, no lo toca, no le cambia la vida ni mucho menos.

Tenemos las herramientas para hacer algo que puede cambiarle la vida a una persona y esa es nuestra responsabilidad: dar acceso a esos momentos. Y, bueno, gracias a eso es que el proyecto existe, gracias a que el público ha querido seguir viéndolo y ha comprado su boleto. Yo jamás voy a juzgar a alguien porque no conozca sobre ballet o porque no le gusta el ballet, esa es una decisión muy particular, mi trabajo es que cuando la gente vaya a un espectáculo se encuentre con algo especial, que sea representativo y de excelencia. Ver las cosas de esta manera me ha dado mucha tranquilidad y ha cambiado la percepción de mi lugar como artista en la sociedad.

 

¿LA INICIATIVA PRIVADA ES LA RUTA PARA DARLE VIDA A PROYECTOS DE ESTA ENVERGADURA?

No creo que deslindar la responsabilidad de las instituciones gubernamentales sea una opción, me parece que la ruta es una responsabilidad compartida, es un apoyo mixto, para mí es lo que corresponde; es responsabilidad de las instituciones culturales crear las herramientas adecuadas, crear las plataformas adecuadas para que estos proyectos existan en el país.
¿Cuáles son esas herramientas? Incentivos fiscales, facilitar la burocracia para estos proyectos, facilitar la baja de recursos, definir ciertos beneficios fiscales con una estrategia muy especial para reinvertir el dinero en otros proyectos culturales;  un proyecto como este no puede ser solamente basado en la voluntad política o en el apoyo político, tiene que llegar a un público que esté interesado porque la alternativa es terminar como países europeos, digamos Alemania, en donde puede haber teatros vacíos, en donde están poniendo cosas en escena que no le interesan a nadie más que al  coreógrafo, pero  como es cien por ciento subsidio gubernamental, entonces no hay que tener la responsabilidad de que a nadie más le interese.
Es decir, este modelo tampoco me interesa, por eso creo en el apoyo mixto porque como productor es mi responsabilidad producir algo que sea de interés público y que sea también la audiencia la que ponga su parte al ir a ver el espectáculo, que haga esto posible y que la iniciativa privada también cumpla su labor de facilitar que esto suceda. A lo largo de estos diez años hemos tenido el modelo mixto en algunas ediciones, en otras no, en esta es puro apoyo de la iniciativa privada y ha sido, de cierta manera, la manera más práctica para hacerlo, sobre todo en un año electoral.

 

LO QUE HAS CONSTRUIDO HA SIDO RESULTADO DE MUCHÍSIMO TRABAJO, PERO TRAS TODO LO VIVIDO, ¿ES VÁLIDO DECIRLE A LOS JÓVENES QUE ES POSIBLE SEGUIR SOÑANDO?

Sí, absolutamente. Me preocupan todas las excusas que la gente arma para no aceptar lo que quieren, lo que pueden y lo que no pueden. Las excusas son "yo no estoy ahí porque no tengo la maquinaria", "porque a mí no me ayudaron”, “porque no sé de marketing"... pero son cosas que suceden al final del camino, porque cuando eres estudiante, cuando estás soñando, cuando estás diseñando tu vida, tu carrera, lo único que vale es lo que estás dispuesto a hacer para buscar la excelencia, para luchar, para construir, nada más. Las excusas son impedimentos, pero es interesante analizar por qué se llega a esas conclusiones, ¿es miedo a no poder cumplir tu sueño, entonces te excusas en lo que no tienes para conseguirlo? Yo ni siquiera fui a la escuela y hay muchos estudiantes que tienen una estructura escolar y tienen también muchas otras cosas que yo no tuve. De verdad me preocupa que se pierda el deseo de ser valiente, que se pierda el deseo de luchar por lo que se quiere.
 

¿QUÉ HAS PREPARADO PARA ESTE AÑO?

Hay cosas muy especiales en este programa. Por ejemplo, el Giselle clásico de la Ópera de París y el Giselle de Akram Khan, de manera que podrás ver la versión más tradicional y la más moderna del mismo ballet. Regresamos también con el Dust de Akram Khan porque ese pas de deux me encanta, pero también traigo un fragmento de Playlist de Billie Forsythe que no se ha visto fuera de contexto, que es con música de DJ Khaled y vienen del Ballet Nacional de Inglaterra a bailarla; hay otra pieza de Sidi Larbi, traigo el nuevo Lago de los cisnes que hizo Juliano Nunes para el Ballet de Sodre en Uruguay, que se estrena el 21 de agosto y dos días después viene a  México, así que verán ese estreno en Despertares;  viene Natalia Osipova y vamos a bailar juntos; estoy tratando de hacer una nueva versión de My Way para estrenarla con mi hermano. También traigo de vuelta a Lightbalance porque creo que la gente siempre se queda con ganas de volverlo a ver; viene Braylon Browner que estuvo en So You Think You Can Dance?, es un bailarín contemporáneo que tiene una habilidad física extraordinaria y me hice fan, tiene técnica y tiene un tacto artístico especial; también estará Tiler Peck, del New York City Ballet, bailará Tchaikovsky, un pas de deux que siempre he soñado con tenerla bailando aquí porque me parece que no hay nadie mejor que ella... En fin, llevo ya unos meses organizando el programa y, por ejemplo, a Tiler Peck llevaba 5 años invitándola y es ahora que es posible. Tengo que ser consciente de que no puedo hacer un programa que dure más de tres horas.

¿POR QUÉ NO?

¡Porque ya lo hice una vez y es un riesgo enorme para el público! Mi prioridad es que el público disfrute.

Por Alida Piñón

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