COTIDIANO
En la Ciudad de México cohabitamos aproximadamente 9 millones 209 mil 944 personas, aún así la soledad es parte de nuestra cotidianidad. A través de largos viajes mirando por la ventana del segundo piso del Metrobús, en las calles del primer cuadro de la capital, me encontré, con peatones que corren por la vida sin darse cuenta de lo que los rodea, de quién los observa, de quién vive de prisa, de quién sólo algunas veces logra convertir lo “cotidiano” en algo insólito. Son postales, pues, de nuestra gran urbe.
PARALELISMOS
LUZ OLVERA
Rodeados de la misma gente, el mismo clima, somos líneas paralelas que nunca se cruzan, que van a diferentes velocidades.
ESPEJISMOS
LUZ OLVERA
Es más fácil encontrar a la gente que encontrarme a mí. En los extraños observo un reflejo de mis sentimientos, ya sea por la forma en la que caminan o por cómo visten, incluso por cómo parecen observar sus entornos. Somos seres humanos con conductas similares, pero con pensamientos diferentes. Somos los citadinos, los que pisamos los mil 485 metros cuadrados de lo que alguna vez fue el Distrito Federal y la gran Tenochtitlan.
Por Fotografía EMG
EEZ