La esquina que conforman las calles de San Andrés y Betlemitas, ahora Tacuba y Filomeno Mata, entrelaza en una misma historia a la ingeniería y al libro.
A principios del siglo XX, en el radio de una cuadra existieron en esta esquina instituciones que fueron relevantes para el quehacer del ingeniero: la Escuela Nacional de Ingenieros, la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, la Secretaría de Fomento y la Oficina de Pesos y Medidas, así como las oficinas de Correos y Telégrafos. Hoy en día, los edificios sede de esas instituciones los ocupan el Museo Nacional de Arte, el Museo Interactivo de Economía, el Museo del Ejército, el Club de Periodistas y el Museo Manuel Tolsá del Palacio de Minería. Juntos, estos museos le dan a esta esquina una relevancia cultural que pocas calles pueden presumir.
Pero, ¿cómo se relacionan la ingeniería y la cultura del libro? En 1882, en el Palacio de Minería, entonces sede de la Escuela Nacional de Ingenieros, se avecindó en la esquina noreste, la Secretaría de Fomento, encargada de inventariar, estudiar y explotar los recursos naturales del país, así como la creación de las obras de infraestructura necesarias para ello.
Como parte de la difusión de estas labores nació, en 1883, la Oficina Tipográfica de la Secretaría de Fomento en las habitaciones que ven hacia la calle de Filomeno Mata. Allí se imprimieron varias obras de texto de la escuela y los resultados de los trabajos que los ingenieros realizaban para el progreso del país, toda vez que sus egresados eran empleados por el Estado para esta tarea.
Esta oficina se trasladó en 1903 a un local que estaba atravesando la calle, donde hoy se encuentra el Museo del Ejército. Su dirección pasó en 1922 a la Secretaría de Educación Pública de José Vasconcelos, quien la denominó Talleres Gráficos de la Nación.
A un lado de ella, en el antiguo templo de Betlemitas, donde años antes estuvo el taller del impresor revolucionario Filomeno Mata, se encontró la Biblioteca de Ciencias Sociales de la Secretaría de Educación Pública, que resguardaba las colecciones de su antecesora Biblioteca Pública de la Secretaría de Agricultura, misma que había iniciado sus actividades años antes en el Palacio de Minería, en 1902.
Dada su próxima ubicación, en la primera quincena de noviembre de 1924, Jaime Torres Bodet, entonces director del Departamento de Bibliotecas de la SEP, mandó llevar a cabo la Primera Feria del Libro y las Artes Gráficas en el Palacio de Minería para “alentar el arte de la imprenta y la decoración del libro, honrándolo por ser el más eficiente vehículo de cultura y humanidad”.
Así pues, la primera feria del libro en el Palacio de Minería tuvo lugar hace un siglo y como sede se eligió la escuela antecesora de nuestra Facultad de Ingeniería de la UNAM.
Otra institución generada por la Oficina Tipográfica de Fomento fue la Imprenta Universitaria, que había continuado las labores de los Talleres Gráficos dentro de la Universidad, después de adquirir su autonomía. Inició actividades bajo ese nombre en 1939. Junto con ella, en el contexto de la Segunda Conferencia Mundial de la UNESCO, se celebró la primera Feria Universitaria del Libro en noviembre de 1947, también en el Palacio de Minería.
El entonces rector de la UNAM, Salvador Zubirán, señaló que en el evento se expondría “el resultado de muchos años de trabajo de los hombres que, formados en nuestros claustros, expresan en el libro sus ideas e inquietudes”. Así pues, también la primera feria del libro de nuestra Universidad, eligió como sede este recinto. A pesar del éxito de ambos eventos, no tuvieron consecución y los esfuerzos quedaron truncados, por lo que debieron esperar a un nuevo esfuerzo, tres décadas después.
Durante la rectoría del doctor Guillermo Soberón y la dirección de la facultad, a cargo del ingeniero Javier Jiménez Espriú, se realizó del 3 al 11 de mayo de 1980 la primera Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, tal como la conocemos actualmente. La Facultad de
Ingeniería aceptó el reto de llevar a cabo una nueva versión de la Feria del Libro que se ha consolidado en la Ciudad de México como la más antigua y de mayor tradición.
Para lograr este cometido, se aprovechó que el edificio apenas había sido restaurado por la Sociedad de Exalumnos de la Facultad de Ingeniería. Junto con otros eventos paralelos, como el Primer Encuentro Internacional de Literatura, se buscaba resaltar “la urgente necesidad de reafirmar en el moderno mundo de la tecnología el valor del libro esencial de la cultura”, así como “impulsar el desarrollo de la industria editorial mexicana, y, sobre todo, propiciar el establecimiento de contactos con la producción bibliográfica nacional y extranjera”.
El encuentro se realizó como parte de un esfuerzo de difusión de cultura de la facultad, que también incluyó la fundación de la Academia de Música del Palacio de Minería y su Orquesta Sinfónica.
Bajo la premisa de que los libros son un acervo fundamental que tienen las sociedades para conservar la ciencia, la técnica y la cultura, la Facultad de Ingeniería ha organizado este evento durante cuatro décadas y media con el objeto de promover la lectura en la comunidad universitaria y el público en general, y acercar a los productores de los libros, tanto a los escritores como a los editores, con los lectores.
Así pues, a un siglo de que se realizara la primera fiesta de los libros de nuestro país en el emblemático Palacio de Minería, que une a la ingeniería con la cultura del libro; se invita a la comunidad universitaria y sociedad en general a que asistan a la 45 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería que se celebra del 22 de febrero al 4 de marzo.
Por Acervo Histórico del Palacio de Minería de la Facultad de Ingeniería
EEZ