En un esfuerzo por transformar la realidad del “Barrio Bravo” de Tepito, la fotógrafa Diana Rosas, en colaboración con la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lidera un programa cultural que busca disminuir los índices de violencia a través del arte. La iniciativa ha permitido la donación de libros y la impartición de talleres artísticos a niños y jóvenes de la comunidad.
Por más de diez años, Rosas, conocida como la "Reina Roja," ha encabezado colectas de ropa, comida, libros y materiales artísticos para niños y jóvenes de Tepito. Además, ha impartido cursos gratuitos de fotografía y arte, con el objetivo de ofrecer alternativas al camino de la violencia y el consumo de drogas.
25 niños participaron en clases de arte
"El barrio de Tepito es un lugar mágico, lleno de historia y cultura. Sin embargo, es fundamental cambiar la percepción de las infancias a través del arte para ayudar a resarcir el tejido social," expresó la fotógrafa.
El 8 de septiembre, el programa tuvo una de sus actividades más recientes en el Espacio Cultural Tepito, donde alrededor de 25 niños participaron en clases de arte y recibieron libros, juguetes y materiales artísticos. La jornada incluyó presentaciones de los grupos musicales Slom BlackBoy, Amenic Boom Bap y la Fayu-k, que llevaron música y baile para alegrar el evento.
Estudiantes de la carrera de Artes Visuales de la UNAM también se han sumado al proyecto impartiendo clases en el barrio, una experiencia que, según Rosas, esperan replicar en otras colonias vulnerables de la Ciudad de México. Asimismo, se ha integrado un psicólogo para brindar apoyo emocional y un abogado que ofrece asesoría legal gratuita a la comunidad.
Rosas destacó el compromiso de la FAD y de la Dirección General de Incorporación y Revalidación de Estudios de la UNAM en el desarrollo de este programa.
"Todos los universitarios hicimos la promesa de apoyar a la sociedad, y esta es una manera de cumplirla," enfatizó. Además, subrayó que más allá de las necesidades económicas, muchos niños de Tepito enfrentan carencias afectivas, ya que desde temprana edad deben dejar la escuela para trabajar.
“Lo que buscamos es darles esperanza y mostrarles que hay personas dispuestas a apoyarlos. Que sepan que son visibilizados y escuchados,” concluyó Rosas, confiada en que este proyecto cultural impactará positivamente en la comunidad y marcará un camino hacia una mayor integración social.
dhfm
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