El Colegio de Ingenieros Civiles de México llevó a cabo un homenaje póstumo a Víctor Ortiz Ensástegui, a quién llamó “el gigante de la ingeniería civil”, trabajador incansable en organismos privados y públicos, fundador de la empresa IDINSA, una de las más importantes de México, que dejó huella en sus múltiples obras de infraestructura a poco más de un mes de su fallecimiento.
Con la presencia de su familia, su esposa Aurora, sus hijas, sus compañeros de la generación 1972- 1976, amigos, y representantes de los colegios de ingenieros civiles y la Cámara Mexicana de la industria de la Construcción (CMIC), se recordó la vida y obra del gran constructor que participó en las obras más importantes del país y que recientemente laboraba en la Refinería Dos Bocas.
Al respecto, Aurora Martínez, esposa de Víctor Ortiz, señaló lo difícil que ha sido la partida de su esposo.
Por su parte, su hijo Fernando Ortiz, señaló que su padre Víctor Ortiz “fue un hombre brillante, de origen humilde, que trabajó desde pequeño.
Recordó que en 1976 ingresó a VYMSA, en diciembre de ese mismo año comenzó su carrera en DEUR, una empresa del Grupo Mexicano de Desarrollo, donde laboró durante 22 años desempeñando puestos que van desde supervisor de obra, hasta director de construcción del grupo.
Y sería entonces después de esos 22 años, en 1998, cuando decidió fundar Impulsora de Desarrollo Integral (IDINSA), empresa con la que ha participado en la construcción de grandes proyectos de Infraestructura en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México y en varios estados del interior de la República Mexicana, abarcando carreteras, puentes, túneles, vialidades, aeropuertos, instalaciones hidráulicas y edificios públicos entre otras obras.
Por Yazmín Zaragoza
EEZ