El pasado 30 de noviembre, Quirino Ordaz Coppel, embajador de México en España, recibió de manos del magistrado Juan Carlos Peinado, titular del juzgado en Madrid, el fragmento del Códice Tlaquiltenango y tres piezas arqueológicas provenientes de Nayarit.
Con ello, se busca reforzar los lazos entre ambos países, así como la preservación del patrimonio cultural. El Códice “es una pieza que no ofrece ninguna duda de que la tenencia material corresponde al patrimonio, el argumento de que pertenece a generaciones pasadas no es justificación para evitar hacer la entrega,” aseguró Peinado.
En entrevista para Heraldo Media Group, desde Madrid, Quirino Ordaz Coppel afirmó que este acto “sienta una base importante para futuras piezas arqueológicas que se encuentren en España y puedan regresar a la nación”.
El Códice Tlaquiltenango proviene de las paredes del convento de Santo Domingo de Guzmán, en Morelos. En 1911 fue vendido al Museo de Historia Natural de Nueva York, y en 2017 apareció en la casa española de subastas Abalarte. Tras la petición del Gobierno mexicano y gracias a la intervención de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil de España fue entregado al juzgado de instrucción 41 de Madrid, el cual acordó la devolución a la embajada de México.
Además, se hizo la entrega simbólica de tres piezas arqueológicas de Nayarit, las cuales fueron dictaminadas por expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quienes confirmaron que se trata de monumentos arqueológicos mueble, que forman parte del patrimonio cultural y son propiedad de la nación.
Estos monumentos estaban en posesión de la ciudadana española, Carmen Celda, quien, junto con su hermano Rafael Zelda, las entregó voluntariamente para su restitución a la Embajada en 2022.
Así, dijeron en la ceremonia, este acto simboliza la colaboración ciudadana en la preservación del patrimonio.
- Se firmó el acta que da fe de la entrega del códice
- La restitución del patrimonio cultural ha sido prioridad de la presente administración.
- 13,000 piezas se han recuperado en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales.
Por María Milo
EEZ