Israel prosiguió ayer su ofensiva terrestre en Gaza y bombardeó un campo de refugiados, acción que dejó al menos 145 decesos, según fuentes hospitalarias.
El Ejército israelí aseguró que el ataque mató al comandante de Hamas Ibrahim Biari, implicado en la incursión del 7 de octubre.
Al menos 90 fallecidos fueron llevados al hospital Indonesio de la franja y otros 55 fueron trasladados al Kamal Adwan, ambos en el norte del enclave.
Jerusalén acusa a Hamas de usar los hospitales como cuarteles y a los civiles como "escudos humanos", algo que el movimiento islamista niega.
Durante el día, las fuerzas israelíes libraron "combates con los terroristas de Hamas en el interior de la Franja de Gaza" y aseguraron que decenas de combatientes palestinos fueron abatidos en las últimas horas.
En tanto, dos soldados israelíes murieron en las operaciones, según el Ejército, en su primer informe de bajas desde el inicio de los combates.
Por su parte, las Brigadas Ezzedin al Qassam dijeron que liberarán "en próximos días" a algunos rehenes extranjeros.
Mientras, Egipto anunció que hoy recibirá a 81 heridos de Gaza por la puerta de Rafah, al sur del enclave, por la cual pudieron ingresar en los últimos días camiones con ayuda.
HUTÍES DE YEMEN SE SUMAN
Los hutíes de Yemen se han adherido a la guerra entre Israel y Hamas que se libra a más de mil 600 km de su sede de poder en Saná, informando que habían disparado aviones no tripulados y misiles contra Israel en ataques que resaltan los riesgos regionales del conflicto.
El portavoz militar hutí, Yahya Saree, dijo en una declaración televisada que habría más ataques de este tipo en el futuro "para ayudar a los palestinos a la victoria".
EEZ