El trabajo doméstico en México representa una actividad esencial para miles de hogares, siendo una labor que históricamente ha enfrentado desafíos relacionados con el reconocimiento formal y la equidad salarial. Cada año, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) ajusta los sueldos mínimos de remuneración con base en la inflación y las condiciones económicas del país, buscando proteger el poder adquisitivo de las personas trabajadoras del hogar en 2025.
Para 2025, los ajustes a los sueldos de las personas trabajadoras del hogar se han realizado en un contexto de moderada recuperación económica y una inflación controlada en comparación con años anteriores. Dichos ajustes no solo reflejan las necesidades económicas actuales, sino también buscan dignificar una actividad que, pese a su importancia, ha sido tradicionalmente invisibilizada.
¿Cuánto debe ganar diario una trabajadora del hogar en 2025?
De acuerdo con la Conasami, el salario mínimo diario para las personas trabajadoras del hogar fue establecido en 419.88 pesos para la Zona Libre de la Frontera Norte y 303.70 pesos para el resto del país. Esta decisión busca garantizar que quienes desempeñan esta labor cuenten con un sueldo acorde a las exigencias del mercado y el costo de vida en sus respectivas regiones.
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Los cálculos proyectados a partir de estos montos diarios revelan que una persona trabajadora del hogar en la Zona Libre de la Frontera Norte debería percibir, en un sueldo quincenal, un ingreso de 6,298.20 pesos, mientras que en el resto del país dicho ingreso sería de 4,555.50 pesos en 2025. Estos sueldos reflejan un aumento que sigue la tendencia de ajustes inflacionarios aplicados en años previos.
La Conasami subraya que estos salarios mínimos representan un paso hacia la equidad laboral y el respeto a los derechos humanos de este sector. Sin embargo, el organismo también destaca la importancia de que empleadores formalicen los contratos laborales y aseguren las prestaciones de ley, como la seguridad social, para garantizar un marco de justicia laboral que trascienda el aspecto salarial.