México vive el nearshoring desde hace 30 años, sólo que en esta nueva ola son empresas de menor tamaño las que están llegando al país y con las que HSBC ya tiene una relación en otra parte del mundo, refirió Jorge Arce, presidente del Consejo de Administración de Grupo Financiero HSBC.
Comentó que estas empresas, una buena parte pequeñas y medianas, son proveedores de importantes compañías en el gran mercado del mundo, que es Estados Unidos, y que les están pidiendo sacar sus operaciones de países como Asia.
Ello, para asegurar, en caso de otra una disrupción, como lo fue en la pandemia, mantener la producción y seguir vendiendo y haciendo llegar sus productos, dijo en entrevista con El Heraldo de México, previo a la 86 Convención Bancaria.
Y es que, precisó, estas Pymes tienen como compradores de sus productos finales empresas de consumo o minoristas en Estados Unidos, como son mueblerías, electrónicas y productos de línea blanca más pequeña.
Ese tipo de cosas que son mucho más pequeñas, que antes eran más fáciles producirlas en Asia, importarlas y venderlas en Estados Unidos, ahora no puede garantizarse su producción y proveeduría, señaló.
“Por eso vemos olas de gente viniendo acá, donde se localizan, lo que va a continuar por mucho tiempo, porque no vemos una razón por la cual se pare”, manifestó el también director general del grupo financiero.
Refirió que las empresas que principalmente están llegando al país son aquellas que ya tienen una relación comercial importante con Norteamérica, pero que tienen operaciones en China, Malasia, Vietnam, etcétera, pero como una aeración importante en la región americana.
Aclaró que el nearshoring no significa que cierren operaciones en China, sino que seguirán trabajando juntas e importando parte de la materia prima.
En este contexto, dijo, lo que hace la diferencia entre HSBC y sus competidores en México, es que cuando se habla con ellas, “muchas ya son nuestros clientes en otro lado, en otro país”.
Reiteró que los empresarios llegan buscando no sólo condiciones que se adapten para el desarrollo de la operación del negocio, sino también aquellas relacionadas con la calidad de vida de ellos y de sus empleados.
Y eso, comentó, es que muchas de estas compañías vean a Monterrey atractivo, así como Guadalajara, el Bajío y últimamente Mérida, porque tienen calidad de vida, ciudades importantes, buenos colegios, cultura, etcétera.
“Tú puedes decir, yo tengo mano de obra y barata, acceso a dos mares, pero si no tienes un lugar, donde te quieres ir a vivir o mandar a tus ejecutivos, pues no se van”, aclaró.
Así que, como país, refirió, se tienen que hacer otras muchas cosas, por lo que, si se habla del Istmo, entonces debería desarrollarse Oaxaca, cosas de este tipo.
Jorge Arce reconoció que la narrativa de México sobre seguridad es complicada, no obstante, la inseguridad se tiene muy focalizada o regionalizada.
Y eso, dijo, lo ve el banco a través de sus 900 sucursales distribuidas en gran parte del país, pues a través de estas se puede ver la realidad del país.
MAAZ