En 2022, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró su segundo peor resultado de la última década, al cerrar el año con una baja de 9.03 por ciento.
Un año en el que los temas internos fueron el desliste de empresas, la nueva regulación para las acciones y el inicio de un proyecto de reforma a la Ley del Mercado de Valores.
Al comparase el resultado del principal indicador de la BMV, el Índice de Precios y Cotizaciones (S&P/BMV IPC), respecto a los índices mundiales, el mexicano enfrentó mejor las condiciones globales.
Las presiones fueron: el comienzo de los ciclos de alza en las tasas de interés a nivel global para combatir la alta inflación y la guerra entre Rusia y Ucrania.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base, señaló que el Nasdaq registró una baja anual de 33.10 por ciento, seguido por el S&P 500 con una caída de 19.44 por ciento, ambos en Estados Unidos. En Alemania, el Dax bajó 12.35 por ciento; y en Asía, el Hang Seng de Hong Kong descendió 15.46 por ciento.
Roberto Solano Pérez, gerente de Análisis y Estrategia Bursátil de Monex Grupo Financiero, destacó que pese al complicado entorno global, en México se han presentado diversos aspectos fundamentales que han ayudado a mitigar dichos efectos, entre los que destacan el nearshoring, que ha beneficiado a los sectores de las Fibras y aeropuertos.
No obstante, “una vez concluido el complicado 2022, no esperamos en el arranque de 2023 un cambio de visión en los inversionistas, de hecho, persisten diversos retos en el panorama que generan un entorno de cautela”, advirtió.
Adelantó que 2023 podría implicar para las emisoras algunas revisiones adicionales a las expectativas de utilidades previo a concretarse una posible revisión, recordando que ya se visualizaba un año con menor ritmo de crecimiento.
ARTE: LUISA FRANCO
Por V. Reynold y Y. Zaragoza
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