La Bolsa Mexicana de Valore (BMV) cerró la semana con una contracción de 0.94 por ciento, menor a las perdidas observadas en los principales mercados bursátiles tanto en Estados Unidos como en Europa.
La caída significativamente menor a las observadas en los demás índices bursátiles, en parte se debe a la depreciación del peso mexicano, que fue de 2.06 por ciento semanal, ya que hace que las valuaciones sean más atractivas en dólares, refirió Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base.
El principal indicador de la BMV, el Índice de Precios y Cotizaciones (S&P/BMB IPC) cerró en un nivel de 48 mil 016.23 puntos, registrando en lo que va del año un rendimiento negativo de 9.87 por ciento, mientras que respecto a su máximo histórico alcanzado el 1 de abril, el indicado muestra una caída de 15.86 por ciento.
En la semana, solamente 11 de las 35 empresas que integran el IPC registraron ganancias, destacando las de Pinfra (+4.38 por ciento), Becle (+4.16 por ciento), Peñoles (+3.36 por ciento) y Grupo México (+2.74 por ciento).
En cambio, las pérdidas más fuertes las sufrieron Volaris (-16.21 por ciento), Cemex (-11.24 por ciento), Kimberly-Clark de México (-10.75 por ciento), Inbursa (-10.71 por ciento), Banco del Bajío (-10.17 por ciento), Liverpool (-9.57 por ciento y Alsea (-9.21 por ciento).
La última sesión de la semana se vio caracterizada por un volumen mayor a lo normalmente observado debido a que se dio el evento trimestral conocido como “triple witching”, en el que expiran opciones de acciones individuales, así como opciones y futuros de índices de acciones, explicó Siller.
Ante esto, los inversionistas se ven forzados a cerrar sus posiciones, ya sea mediante la compra o la venta de los activos subyacentes de los instrumentos en cuestión, agregó.
En la sesión destacó una ganancia de 1.43 por ciento para el Nasdaq Composite ante un rebote en el sector tecnológico, pero este fue un rebote modesto con relación a las caídas observadas en las sesiones anteriores.
En una semana en la que bancos centrales aumentaron sus tasas de interés, destacando el alza de 75 puntos base de la Reserva Federal, el mayor desde 1994 y el aumento sorpresa del Banco Nacional de Suiza, el mercado de capitales registró fuertes pérdidas.
Esto se da principalmente por las preocupaciones de que los bancos centrales se verán forzados a adoptar una postura monetaria más restrictiva a lo que antes se esperaba para poder combatir la inflación.
Bajo este contexto, el S&P 500 cerró la semana con una caída de 5.79 por ciento, la peor caída semanal desde la tercera semana de marzo de 2020, cuando el índice cayó 14.98 por ciento. Por su parte, el Nasdaq Composite registró en la semana una caída de 4.78 por ciento y el Dow Jones una de 4.79 por ciento.
El S&P 500 se mantuvo en bear market con una caída de 23.74 por ciento respecto de su máximo histórico, mientras que el Nasdaq extendió sus pérdidas a 33.39 por ciento.
En Europa también se observaron fuertes pérdidas, con el Stoxx Europe 600 cayendo 4.60 por cinto a un nivel de 403.23 puntos, ubicándose en niveles no vistos desde la primera semana de febrero del 2021.
Por su parte, el DAX de la bolsa alemana cayó 4.62 por ciento en la semana, con lo que estuvo cerca de entrar en un bear market al registrar una caída de 19.42 por ciento respecto de su máximo histórico.
El FTSE 100 de Londres esta vez mostró un comportamiento similar al resto del mercado europeo al caer 4.12 por ciento, dado que el sector energético registró fuertes pérdidas en la semana, con BP y Shell perdiendo 13.26 y 12.57 por ciento, respectivamente.
dhfm
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