La ruptura entre los grupos gaseros y los repartidores va a provocar desabasto en las grandes industrias y comercios, mientras las empresas se hacen de su propia flotilla y su personal, lo que va a tardar hasta dos años, dijeron miembros del sector.
Adrián Rodríguez, vocero del Gremio Gasero Nacional, afirmó a El Heraldo de México que los consumidores masivos como tortillerías, panaderías, restaurantes, acereros, transporte y otras industrias también van a tener un impacto en sus precios.
Dijo que los grupos gaseros ya no están interesados en comisionistas, por lo que van a contratar a sus propios repartidores, un proceso que puede tardar hasta dos años para alcanzar el mismo nivel de los repartidores, con ocho mil unidades y 16 mil empleados.
Beatriz Marcelino, directora de Grupo Ciita, explicó que cada pipa repartidora puede costar hasta un millón 500 mil pesos, por lo que la inversión inicial ascendería a 12 mil millones de pesos.
Por otro lado, Enrique Puebla, presidente de la Unión Nacional de Industriales de la Carburación a Gas (Unicargas), dijo que es necesario que el gobierno combata las plantas de gas LP pirata.
dza