A causa de la crisis de COVID-19, en el primer semestre del año, 61 por ciento de los mexicanos dijo mantener afectaciones económicas, por lo que, el consumo y el gasto, siguen débiles en todos los ámbitos de la cartera, incluido el hogar, reveló estudio de NielsenIQ.
De acuerdo con la consultora de mercado, este deterioro a nivel global alcanza a 46 por ciento de las personas en promedio; México es uno de los países con mayor impacto, 15 puntos porcentuales más que el promedio mundial.
“Es cierto que las expectativas macroeconómicas han mejorado, pero hay muchos elementos, como el rezago laboral o menores salarios, que hacen que la mayoría de los mexicanos no hayan recuperado los gastos y la vida que tenían antes de la pandemia”, dijo Pablo López Sarabia, especialista del Tec de Monterrey.
Además de las afectaciones económicas, la incertidumbre no ha disminuido la preocupación de los mexicanos, pues en lo que va del año, 45 por ciento afirma sentirse menos seguro sobre sus perspectivas de ingresos, refiere el estudio.
“El poder adquisitivo de los hogares sigue bastante deteriorado, y con mucha incertidumbre, además de que una buena parte sigue arrastrando un deterioro laboral muy fuerte”, comentó Jessica Roldán, directora de análisis económico de Finamex Casa de Bolsa.
El reporte refiere que, en los gastos del hogar, algunos consumidores compran otras marcas más económicas, o incluso otros productos para sustituir, incluidos alimentos.
En este contexto, Natalia Castellanos, líder de Consumer Insights para América Latina en NielsenIQ, indicó que incluso las empresas tienen que adaptarse a este entorno, pues ante la mayor demanda de productos más económicos habrá perdedores.