Todo el tiempo, todos los días, debemos tomar decisiones. Té o café, pollo o pescado, ventanilla o pasillo. Y junto con esa decisión viene el: “y si hubiera”. Sin embargo, debemos asumir el costo de haber elegido A y no B. A esto, querido lector, se le conoce como costo de oportunidad.
Para que quede más claro, imagina que dispones de cierta cantidad de dinero y deseas invertirlo en algo, pero entre todas las opciones que existen eliges sólo una. Tu costo de oportunidad, en este caso, será lo que dejes de ganar en un instrumento de inversión por elegir otro. (Claro, si lo metes en LaTasa.mx siempre estarás en el lado positivo de la ecuación, pero eso lo dejaré para otra columna).
Es muy común que le demos relevancia a temas como el rendimiento de la Bolsa, el precio del bitcoin, la plusvalía de una zona, etc. Desafortunadamente muy pocas veces nos ponemos a pensar en cómo va el rendimiento de nuestros minutos, por eso en esta ocasión quiero hablarte de la inversión más importante de todas: tu tiempo.
En términos muy simples y haciendo referencia al ejemplo anterior, cuando realizas determinada actividad estás renunciando a la opción de atender otra. Esta característica es la que le da tanto valor al tiempo, ya que, al no poder estar en dos o más lugares a la vez, debes decidir cómo lo vas a gastar. Contrario al caso del dinero, que sí se puede diversificar.
Tomando en cuenta que al invertir en la mejor opción recibirás los mejores rendimientos, entonces, ¿cómo sabes si lo estás haciendo correctamente con tu tiempo? Para reconocerlo, puedes considerar los siguientes puntos:
1. Cuida la gente con la que te rodeas.
¿Recuerdas el refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”? Esa frase nos advierte que tendemos a pensar, hablar y actuar conforme al círculo de gente con la que nos rodeamos. Por lo tanto, te recomiendo que seas lo suficientemente astuto para buscar la compañía de personas que están superándose constantemente, que son dinámicos y ven la zona de confort como indeseable.
Rodéate de quienes te hagan sentir la necesidad de mejorar para ser igual de competitivo; esto también los motivará a que saquen su A game todo el tiempo.
2. Don´t hold back.
¡Venga, no te reserves! ¡Entrégate encabronadamente a lo que haces! Vivir a medias es un enorme desperdicio de energía y de oportunidades. Recuerda que sólo contamos con una cantidad limitada de tiempo, así que vale la pena invertirlo en aquello que nos apasiona. Piensa que, si realizas una actividad que no te cautiva, sería tan absurdo como subirte a un Ferrari sólo para escuchar las noticias en la radio.
¿No sería fantástico estar en un lugar dónde tu tiempo estuviera bien invertido? La verdad es que sí. En mi caso, tengo la fortuna de estar rodeado de colaboradores que cumplen a la perfección ambas premisas: se motivan los unos a los otros y a cada quien le apasiona lo que hace. Créeme, si le preguntas a cualquiera de mis compañeros, te dirá lo mismo.
Te platico un poco de mi equipo. En Resuelve estamos desarrollando un nuevo mundo de soluciones financieras, por lo tanto, no admitimos más que a gente que comparta esta ambición. Esto me da la certeza de que los futuros líderes del sector financiero están sentados junto a mi trabajando en el mismo barco.
Por ello, te aseguro que en algunos años el nombre de la empresa se volverá un símil de las cualidades que comparte su gente, tales como agilidad mental, competencia matemática, persuasión y buenos vendedores. Pero, lo que sin duda nos vincula a todos nosotros es que somos personas que vivimos con un genuino compromiso en común.
¿Te ha provocado este sentimiento el pensar en la gente con la que trabajas? ¿La empresa en la que estás dedica tanta importancia a sus colaboradores? ¿Cuánta vida te está costando tu sueldo? ¿Cuánto tiempo? ¿Te lo has preguntado?
Si compartes mi emoción, ¡felicidades!, lo estás haciendo muy bien. Si no es así, te invito a que sigas buscando esa retribución personal, porque no hay nada más gratificante que saber que tu aportación es esencial para lograr una meta. El objetivo es que un día sientas que ninguna suma de dinero puede sustituir el costo de tu oportunidad laboral.
Cuando a mí me preguntan si estoy invirtiendo correctamente mi tiempo, sólo volteo y recuerdo que estoy construyendo algo sumamente valioso con gente invaluable.
Por Daniel Martínez
Director de Finanzas de Resuelve.mx