Anualmente el campo mexicano sufre de un quebranto de más de dos mil 220 millones pesos en granos maquinaria, equipos, fertilizantes, camiones y otros insumos, obra del crimen organizado, afirmó en entrevista con El Heraldo de México, Bosco de la Vega Valladolid, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
“Hay afectaciones en algunas zonas del país por la inseguridad en que vive la población, así como por el robo de agroquímicos, fertilizantes y maquinaria”, dijo.
Cada región de la República Mexicana tiene una problemática específica con la delincuencia y es un tema que ya es atendido por la Secretaría de Gobernación (Segob), reconoció De la Vega Valladolid, cuya familia tiene un amplio historial en el mundo agroempresarial en Baja California y Sinaloa. “El daño (provocado por el crimen) es una cantidad pequeña de la producción total nacional”, relató el también ex presidente de la Confederación Nacional de Productores de Papa (Conpapa). Según el empresario, el perjuicio por la inseguridad en contra del campo mexicano “es el 0.5% de toda la producción nacional”, de acuerdo a sus cálculos.
“Aun así es mucho dinero, ojalá sólo fuera el 0.1% de la producción nacional”, agregó.
La producción agrícola del país es de 444 mil 137 millones de pesos, de acuerdo con el último dato disponible de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), que ha recomendado enfáticamente a los productores del campo denunciar cada uno de los delitos.
Si bien es cierto que muchos agricultores han informado de dichos delitos a la Procuraduría General de la República (PGR) y a las policías estatales, también lo es que a finales de marzo de 2017 los agremiados al CNA solicitaron a Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, poner especial atención a los temas que inciden en lo que respecta a la seguridad en el campo.
Bosco de la Vega expresó en ese momento que era importante trabajar de la mano y conjuntamente en el tema de seguridad.
Por su parte, Óscar Román Rosas González, secretario de la Comisión de Pesca y Acuacultura de la Cámara de Senadores, señaló que en los últimos cinco años el delito de abigeato se ha convertido en un problema para la actividad ganadera y la industria pecuaria.
Tabasco, Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Veracruz y Estado de México sufren las mayores afectaciones por el robo de ganado, explicó el senador en una iniciativa en la que solicita que el abigeato sea considerado un delito de delincuencia organizada.
Una de las zonas más afectadas es Tehuacán, Puebla, región que, de enero a agosto de 2017, ha padecido el robo más de 5 mil toneladas de maíz, sorgo, frijol y soya, así como de vehículos de carga que alternativamente transportaban pollo, cerdo y huevo.
“El año pasado hubo una serie de robos intermitentes, que eran cubiertos por el seguro y fueron considerados hechos aislados, como dicen los políticos”, rememoró Jorge García de la Cadena Romero, presidente de la Asociación de Avicultores de Tehuacán.
En 2017 este delito se ha multiplicado. “El crimen nos trae asoleados y no hay negocio que lo aguante”, expresó con pesar el empresario poblano.
Los productores de Tehuacán importan 95% de los granos, el cual arriba al puerto de Veracruz y después es transportado en las góndolas del tren de Ferrosur.
Cuando el tren asciende las Cumbres de Maltrata, hay bandas organizadas que rompen los candados y sellos de las góndolas. Mientras avanza, el grano cae en las vías, momento que aprovechan los ladrones para embolsar maíz, sorgo, soya y frijol, entre otros. Por cada evento consiguen robar entre 30 y 40 toneladas.
García agregó que, en el llamado “Triángulo Rojo”, una sola empresa ha sido víctima del robo de 8 vehículos de carga.
El presidente de los Avicultores reconoció que el gobierno de Puebla, encabezado por José Gali, sí ha hecho caso a sus denuncias, pero la cada vez mayor presencia del crimen en el “Triángulo Rojo” ha superado sus esfuerzos.
Por Enrique Hernández