HISTORIAS DEL FUTBOL

El año en el que Donald Trump jugó al soccer

Aunque no se considera un fanático, el actual presidente de los Estados Unidos jugó al futbol soccer durante su adolescencia

DEPORTES

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Durante un año, Donald Trump jugó al futbol.
Durante un año, Donald Trump jugó al futbol.Créditos: Especial / Yearbook Library

Donald Trump, actual presidente de los Estados Unidos, es un personaje complejo. Lo mismo fue ejemplo para muchos entusiastas de los negocios, que criticado por su caótica gestión en los mismos.

Su postura ante los deportes, en particular el futbol soccer, es ambigua. Si bien nunca se ha declarado fan, sí ha estado cercano al balompié en distintas ocasiones: a principios de los 90, por ejemplo, fue la “mano santa” en el sorteo de una copa en Inglaterra.

También intentó comprar al Atlético Nacional de Colombia en algún momento y, durante su primera estancia en la Casa Blanca, fue notable la polémica que sostuvo con la leyenda de la selección norteamericana, Megan Rapinoe, a quien no dudaba en cuestionar.

Lo que es muy poco conocido es que, durante un año, Donald John Trump fue un mediocentro defensivo en una de las primeras escuelas estadounidenses que decidió tener un equipo de soccer. Esta fue la historia.

Un lugar para disciplinar

El comportamiento de Donald Trump siempre ha sido errático, cuando menos y, durante su adolescencia, esas ganas de destacar y sus cualidades de líder nato no necesariamente eran bien vistas por su papá, un magnate inmobiliario.

Por esta razón, el joven Trump fue a dar a la Academia Militar de Nueva York con solo 12 años de edad, en un esfuerzo por encaminar en un buen sentido el carácter fuerte y las ganas de destacar que ya mostraba entonces.

Donald Trump era querido y respetado, según sus compañeros de equipo. Foto: Yearbook Library

La dura disciplina era la insignia de la institución que, de acuerdo con registros públicos, tuvo a hijos de reyes, empresarios y gobernantes de prácticamente todo el mundo entre sus filas.

De acuerdo con testimonios ofrecidos al Washington Post por algunos compañeros de Trump de la época, el también empresario gustaba de practicar todos los deportes posibles en la academia, solo para varones, y entre ellos estaba el futbol soccer.

El eterno capitán

Sus compañeros en la Academia Militar de Nueva York coinciden en una cosa: si bien no era el más técnico, el joven Donald Trump tenía una especie de don innato para mandar. Por eso era el capitán del equipo.

“Donald tenía poca paciencia con las tonterías, pero era un buen compañero, un tipo que jugaba para el equipo, querido y respetado”, señala en el reportaje del rotativo estadounidense Ted Pait, con quien jugó durante el curso del 63.

Trump dejó el deporte tras una lesión en la rodilla. Foto: AP

Según los registros de la escuela, la mayoría de los compañeros en los Scarlet Nights, como se llamaba el equipo de la Academia, eran de ascendencia latina, por lo regular hijos de ricos gobernantes o empresarios. Como Trump se desempeñaba como mediocentro defensivo, su labor era repartir el juego y, de hecho, lo hacía bien, gracias a su estatura y porte atlético.

Su desempeño fue tan bueno, que en el anuario de su último curso en la escuela militar lo nombraron Deportista del año, además del “favorito de las chicas”, según una encuesta que levantaron los organizadores entre sus compañeros.

Lesión, olvido y vuelta a empezar

Sin embargo, la carrera deportiva del actual presidente de los Estados Unidos tuvo un final drástico. Mientras jugaba futbol americano en la escuela de negocios, sufrió una lesión en la rodilla que lo apartó de todos los deportes, según narra el propio gobernante en la biografía Trump Revealed: an american journey of ambition, ego, money and power, de Michael Kranish.

Pasaron años para que tuviera una reconexión con el futbol, la cual se dio en diciembre de 1991, cuando participó extrayendo los nombres de los participantes en una copa de Inglaterra, donde aprovechó para mencionar su breve paso por el balompié.

Recientemente, durante su presentación en el Foro de Davos, Suiza, Trump no dudó en incluir el Mundial de 2026 como uno de los eventos más importantes dentro de su mandato, junto al 250 aniversario de la fundación del país o los Juegos Olímpicos de Los Ángeles.

Para rematar, su hijo Barron fue parte de las fuerzas básicas del D.C. United y es un acérrimo seguidor del Arsenal de Londres, dirigido por el vasco Mikel Arteta y que actualmente ocupa el tercer puesto en la Premier League.

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