El receptor abierto de los Rams, Demarcus Robinson, estará disponible para jugar este domingo contra los New Orleans Saints, a pesar de haber sido arrestado el lunes bajo sospecha de conducir en estado de ebriedad. Así lo confirmó el head coach Sean McVay, quien señaló que la organización permitirá que el proceso legal siga su curso y que la NFL realice su propia investigación antes de tomar medidas adicionales.
“Él entiende la gravedad de esto y cuán afortunados fuimos de que nadie resultara herido”, comentó McVay el miércoles. “Está arrepentido y ha mostrado responsabilidad. Queremos que esto sea una oportunidad de aprendizaje para él y el equipo”.
El incidente ocurrió en la madrugada del lunes, cuando agentes de la Patrulla de Carreteras de California detuvieron un sedán Dodge que viajaba a más de 100 millas por hora en la autopista 101, cerca del complejo de entrenamiento de los Rams en Woodland Hills. Robinson, identificado como el conductor, presentaba signos evidentes de estar bajo la influencia del alcohol, según el informe policial.
Horas después de su liberación, Robinson se reunió con McVay y la gerencia del equipo para abordar lo sucedido. “Es una mala imagen, y no quiero traer energía negativa al equipo”, expresó Robinson tras el entrenamiento del miércoles. “Le pedí disculpas sinceramente al entrenador, a mis compañeros y a toda la organización”. El receptor también se dirigió al resto del equipo, un gesto que su compañero y quarterback Matthew Stafford valoró. “Sé que D-Rob es una gran persona. Lo quiero como compañero y estoy aquí para apoyarlo”, dijo Stafford.
¿Cómo le ha ido Demarcus Robinson con LA Rams esta temporada?
En su segunda temporada con los Rams, Robinson ha demostrado ser un valioso complemento en el juego aéreo, con 26 recepciones, 384 yardas y seis touchdowns en 11 partidos. A pesar de su arresto, el jugador se mostró comprometido a aprender de la experiencia y a evitar futuras controversias.
Los Rams brindan su apoyo a Robinson mientras el sistema judicial y la liga determinan su futuro. McVay espera que la situación sirva como advertencia para los demás jugadores y refuerce la importancia de tomar decisiones responsables fuera del campo.
“Que esto sea una lección para todos nosotros”, concluyó Stafford. “Tenemos suerte de que nadie resultara herido. Ahora, lo más importante es avanzar y aprender de este error”.
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