FÓRMULA 1

La increíble historia del piloto de F1 que sobrevivió al peor accidente del Gran Premio de Alemania en 1976

El emblemático piloto de Ferrari murió en 2019 dejando un increíble legado de superación personal

DEPORTES

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El piloto siguió en la pista hasta sus últimos días
El piloto siguió en la pista hasta sus últimos díasCréditos: Facebook oficial

De entrada, quizá era su cara marcada por el fuego lo que impactaba a quien miraba de cerca a Niki Lauda, cuya personalidad irradiaba una enorme agudeza de observación, ésa que le permitía hacer análisis profundos, reflexivos, a lo largo de su fructífera vida dentro y fuera del cockpit.

Porque el tricampeón austriaco era todo un maestro del deporte motor; un hombre que profundizó en el conocimiento de esta disciplina hasta convertirla en una forma de vida. Y aquel terrible accidente de 1976 en el peligroso circuito de Nürburgring, sólo sirvió para reafirmar a Niki Lauda en su convicción de ser campeón, lo que ocurrió, por tercera vez, en 1984.

Fue Lauda uno de los primeros pilotos de su época que se interesó en conocer los detalles de los coches en los que corría. Su fascinación por la mecánica y la ingeniería era ejemplar, así como la compenetración que generaba con su equipo, lo que lo convertía en un ser obsesivo por la perfección.

Ese talento lo mantuvo vinculado a la Fórmula 1 hasta sus últimos días, hasta que un trasplante de pulmón lo apartó del garaje de Mercedes, institución donde fungía como “presidente no ejecutivo”, según el cargo oficial que ostentaba dentro de la mencionada organización.

Niki Lauda era un gran piloto de la F1 que corrió con Ferrari. Crédito: Facebook oficial

Y aunque su alma pertenecía a Ferrari, en estos años que se mantuvo unido a las flechas de plata, los aplastantes resultados de Mercedes seguramente le granjearon la enorme satisfacción de ser parte de una escudería con un concepto de organización –y una mentalización ganadora– que refleja muy bien el espíritu de Niki Lauda.

La ausencia de Niki Lauda en la Fórmula 1

Desde el año pasado su ausencia se hizo cada vez más notoria en las carreras y dejó un profundo hueco que ahora se prolonga con su muerte, que lo ha situado en el plano de una leyenda que dejó una estela de victorias, siendo la más significativa la que ganó a las llamas de aquel Ferrari 312T que se incendiaba en medio del bosque en la inolvidable temporada de 1976.

De ese infierno regresó Niki Lauda por sus fueros, espoleado por James Hunt, que representaba el lado oscuro de lo que él entendía por ser un auténtico corredor de carreras. Y si ese año decidió perder a favor del playboy británico, cuando estacionó su coche bajo una tormenta en la pista de Suzuka, fue para crear una mayor conciencia al respecto de la seguridad de los pilotos. Con este gesto apuntaló la decisiva cruzada que años atrás había iniciado Jackie Stewart a favor de un proyecto que ha salvado muchas vidas.

Al cabo de casi 43 años, los que han transcurrido desde aquel trágico accidente en Alemania, Niki Lauda perdió la última batalla contra su propio destino. Pero lo hizo con la conciencia tranquila, sabedor de que su paso por la Fórmula 1 será siempre un ejemplo de sacrificio, de raza competitiva, de amor propio, y de una inteligencia preclara para superar la adversidad.

  • 22 Años tenía cuando debutó con McLaren en 1971
  • 15 Carreras ganó con Ferrari a lo largo de las cuatro temporadas que corrió para la Scuderia (1974-1977)
  • 3 Campeonatos del mundo ganó: 1975 y 1976, con Ferrari, y uno más en 1984, con McLaren

Por: Juan Antonio de Labra

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