Dentro de la realeza de la WWE, Rey Mysterio lucha por seguir como el monarca en el gusto del público mexicano, que no ocultó su fanatismo por el ejecutor del 619, en el Supershow 2023, en la Arena Ciudad de México.
Por unas horas, en medio de la lluvia, el rosa de moda cedió su lugar a las máscaras del gladiador de sangre mexicana, a playeras negras con rojo, y algunos aprovecharon la ocasión para recordar, con cabello y playeras verdes, a la D-Generation X de finales de los años 90.
Aunque la WWE tuvo su punto álgido en México durante la primera década de los 2000, el recinto de Azcapotzalco lució lleno de aficionados que entregaron la garganta cuando The Miz habló en español junto a Ronda Rousey, al aparecer el Latino World Order, y desataron una lluvia de silbidos a Becky Lynch, Rhea Ripley y Charlotte Flair.
Hubo abucheos
Los abucheos y el repudio, curiosamente, fueron para otro Mysterio: Dominik, que pese a las artimañas del clan The Mami's, no pudo vencer a Seth Rollins, aplaudido por el público tricolor y quien hizo corear su tema de entrada para que las gradas fueran un espectáculo coral, con luces y brillos, para hacer mágico un ambiente de rudeza y adrenalina.
Pero el inmueble enloqueció con Rey Mysterio, el hombre de la noche. Apareció el grito de "¡México, México!", y una ovación arrojada por nuevas generaciones, que llevaron al de sangre mexicana, con 48 años de edad, a buscar la victoria sobre Roman Reigns, pero al final el de familia samoana se quedó con el Campeonato Universal Indiscutido de la WWE.
"Quiero pedirles una disculpa porque les fallé", dijo el enmascarado, "pero les prometo que vuelvo con un título o lo ganó aquí", advirtió, para cerrar con un "no tengo como pagarles tanto cariño. Los amo", haciendo que la Arena Ciudad de México se desbordara. Así, dejó claro que el dueño del 619 sigue siendo el pequeño gigante del ring, en su reino azteca, aún sin la corona.
dhfm