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Michael Phelps medallista olímpico; vive un cumpleaños diferente

Ello explica las conductas de Michael Phelps, cuando fue arrestado por un incidente vehicular al manejar bajo la influencia del alcohol

DEPORTES

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Este martes, el máximo medallista olímpico de todos los tiempos, Michael Phelps celebra 35 años de vida, en una carrera escrita bajo el agua y con miles de brazadas salpicadas por el brillo radiante del éxito, como otras tantas por la controversia.

Durante la pandemia del coronavirus, el estadounidense compartió una carta en la que confesó que su situación emocional estaba en un mal momento. 

Las personas que viven con problemas de salud mental lo saben, nunca desaparece. Tienes días buenos y malos, pero nunca hay una línea de meta. Hice tantas entrevistas después de Río 206, donde la historia fue la misma: Michael Phelps habló sobre la depresión, entró en un programa de tratamiento, ganó el oro en sus últimos Olímpicos y ahora está mejor. Desearía que fuera verdad. Desearía que fuera así de fácil, pero honestamente, y lo digo de la mejor manera posible, eso es simplemente ignorante. Alguien que no entiende con qué lidian las personas con ansiedad o depresión o trastorno de estrés post traumático, no tiene idea”, suscribió el hombre apodado, entre otros referentes como La Bala de Baltimore.

Aquel Semidios griego que destronó récords mundiales y marcas olímpicas se retiró el brillo de la gloria deportiva para humanizarse y demostrar su ‘Talón de Aquiles’, una debilidad que le ha acompañado desde la infancia, cuando sufrió de bullying, estrés y ansiedad

https://twitter.com/espnWD/status/1262524685801132033?s=20

Phelps, que a los siete años le temía al agua, decidió aprender a nadar para no escuchar las discusiones de sus padres, quienes después se divorciaron, y fue entonces, a los 11 años de edad, que llegó a su vida Bow Bowman, el entrenador que pulió cada detalle de su talento hasta convertirlo en leyenda.

Por mucho tiempo me vi a mi mismo sólo como un nadador, ni siquiera me percibía como una persona”; confesó el estadounidense, quien encontraba bajo el agua un resquicio para olvidar las dificultades de enfrentar su condición mental y a la vez convertirse en el más grande deportista de todos los tiempos.

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La realidad es que nunca me curaré. Esto nunca desaparecerá. Es algo con lo que he tenido que lidiar y aceptar, convertirlo en una prioridad en mi vida. Y si, es mucho más fácil decirlo que hacerlo”, admitió desesperado en marzo pasado, cuando iniciaba el confinamiento y no podía salir a entrenar, ni viajar a competencias y tuvo una fuerte discusión con su esposa Nicole Johnson, con quien tiene tres pequeños hijos.

Debajo de cada medalla, de sus 23 oros olímpicos y de ellos sus 13 oros individuales -que le dan también el récord como máximo medallista en solitario de los Juegos- está la sombra de la ansiedad y la depresión.

Aunque en los Juegos de Beijing 2008 ya había superado el récord de Mark Spitz al ganar ocho oros olímpicos, frente a las siete de su predecesor, en los Olímpicos de Londres 2012 conquistó seis más y, al ser el hombre más laureado en la historia de la justa, anunció su retiro; sin embargo, dos años después regresó al agua y se alistó para competir en los Juegos de Río 2016; ya en la justa carioca, se despidió de las piscinas con una plata y cinco oros, uno de ellos, el relevo 4x100m, con nuevo récord olímpico (3:27.95).

“Cuando bajé del podio en Río, sabía que muchos de mis compañeros de equipo y mis rivales no estaban preparados para la transición post olímpica. Al compartir estas historias tengo la esperanza de poder darle fuerza a otros para saber que no están solos y que está bien no estar bien de vez en cuando. Para mí, la oportunidad de ayudar a romper el estigma en torno a la salud mental y el potencial de salvar vidas es muchísimo más significativo que cualquier medalla olímpica”, confesó Michael tras hablar del documental en el que participará y verá la luz el próximo 29 de julio.

Producido por Brett Rapkin, en el filme llamado The weight of gold (El peso del oro), Phelps comparte que sintió pasar un estado de depresión después de cada una de sus cinco participaciones en Juegos Olímpicos. La primera vez que compartió sus dificultades de salud mental fue en 2015 cuando confesó que pasaba días en posición fetal “sin ganas de vivir más”. Otros olímpicos que participan son: Lolo Jones, Sasha Cohen, David Boudia o Bode Miller.

FOTO: MEXSPORT

Ello explica ahora las conductas de un Michael Phelps que fue arrestado por un incidente vehicular en el que manejaba bajo la influencia del alcohol en 2004; que fue grabado usando un bong para fumar marihuana en 2009 (lo que le produjo perder el patrocinio de Kellogg’s); o que en 2015 de nueva cuenta fue detenido por manejar alcoholizado y entonces la Federación Estadounidense de Natación (USA Swimming) lo suspendió por meses y no le permitió competir en los Mundiales de Deportes Acuáticos de Kazán, Rusia, de aquel año.

De la mano de su gloria va también su dificultad y ahora, a sus 35 años de edad, Phelps no sólo puede admitir una condición con la que lidiará por el resto de su vida, ahora además, abre el camino y lidera una nueva forma de enfrentar las enfermedades mentales, para decirle a los deportistas que no están solos y si pudieron superar el proceso del alto rendimiento hasta la excelencia, podrán controlar sus condiciones mentales. [nota_relacionada id=1116037]

Por Katya López Cedillo

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