Cuando llegan a estar juntas en una esquina, el vínculo va más allá del compañerismo de profesión. Se conocen bien. Siguen en contacto incluso cuando salen de las arenas, pues además de ser luchadoras, Marcela y Skadi mantienen el lazo de madre e hija.
Cada una representa una etapa de la lucha libre. La Morenaza de Fuego es el ejemplo de la experiencia y el reconocimiento que le han dado sus innumerables enfrentamientos sobre el ring; mientras que, por su parte, La Reina de los Lobos personifica al talento naciente deseoso por ganarse un lugar entre el público.
[nota_relacionada id= 1017667]Este Día de las Madres es diferente para Marcela, pues debido a la cuarentena por COVID-19, sus funciones en el Consejo Mundial de Lucha Libre (CMLL) están detenidas. Sin embargo, no deja pasar esta fecha para recordar el equipo que hacía con su hija desde casa.
Es muy importante que hagamos un buen equipo: Marcela
“Era un 24 de diciembre y preparaba la cena de Navidad, a Skadi siempre le gustaba ayudarme en la cocina. Le gustaba estar conmigo en las preparaciones de Noche Buena y guardo mucho esos momentos”, evoca la actual Campeona Mundial Femenil del CMLL, al ver una foto de ella y su hija de niña.
“Para mí es muy importante que sea parte de mi esquina y que hagamos un buen equipo para vencer a nuestras rivales. Es una alegría ver a mi hija dando sus primeros pasos en la lucha libre. Me gusta verla desenvolverse en el ring. Es algo especial”, asegura la luchadora.
Marcela, una referente y a quien todas quieren superar sobre el cuadrilátero, es el modelo de inspiración de Skadi, quien sigue los pasos de su mamá en el mundo luchístico.
[nota_relacionada id= 1018015]Por J. Alexis Hernández
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