Christopher Cuéllar, el peso de un apellido

El DT QUIERE mantener esta estirpe, al comenzar hoy su lucha por un boleto a los JUEGOS Olímpicos de Tokio

En uno de sus primeros viajes a México, Christopher Cuéllar entendió el valor de su apellido. Sucedió en los años 80, en medio de una sobremesa y rodeado por camisetas de Pumas. Al lado de su papá, el gran Leonardo Cuéllar, una decena de aficionados se abalanzaron hacia su lugar, para pedirle una firma del hombre de la melena. “Yo nací en Estados Unidos. Y hasta entonces me di cuenta quién era él para el futbol de México”, recuerda. Aquella revelación marcó también el camino que debía seguir su carrera: si no como jugador, sí como técnico. Y en esa tarea sigue al frente de la Selección Mexicana Femenil, con el objetivo de lograr su calificación a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

¿Qué quedó de su carrera como abogado?

Después de la Universidad, necesitaba trabajar. Empecé a ver que no era posible seguir jugando, que había que pagar una renta y todos los gastos para vivir. Estaba en la oficina. Trabajaba en un buffet, en Los Angeles, pero, al mismo tiempo, tenía el deseo de estar en cancha. La oficina no era lo mío. Por eso, desde que llegué aquí no he pensado en otra cosa. Ni en regresar a Estados Unidos. Este es mi lugar.

¿Más difícil el futbol que los despachos?

(Se ríe) Definitivamente. Cuando estaba trabajando allá, todavía era el ayudante. Me decían: ‘vete por esto, por lo otro, era como el esclavo de todos’. Fue difícil. Lo que yo quería era competir, trabajar para lograr algo. Me sentía atrapado. Afuera puedes viajar, conocer diferentes estilos de vida, de juego, aprender de diferentes culturas.

Como técnico, ¿el apellido Cuéllar pesa también en Selecciones Femeniles?

Mi papá logró muchas cosas a nivel selección. Empezamos con unos platitos de comida, con un par de balones y sin canchas para jugar. El trabajo que hizo en este proyecto ha sido muy importante, para llegar a donde estamos ahora. Su tiempo aquí fue para eso. Luego decidió tomar otra posición, como técnico del América. Y hoy que está todo, la exigencia y el compromiso de los que quedamos es para seguir creciendo.

¿En esa tarea está el origen de la Academia Femenil?

Sí. Era importante la captación de los talentos. No sólo para la Selección Femenil, sino también para los equipos de la Liga, que encontrarán ahí nuevas jugadoras. Mucha de la diferencia que existe entre las mejores 10 selecciones del mundo está en los fundamentos del juego, en el trabajo que existe desde categorías menores. Nos ha faltado desarrollar ese talento.

¿Y eso es parte de las carencias?

Cuando empecé a trabajar en la Selección Femenil, no había dormitorios. Las jugadoras se quedaban en la Conade. Un transporte nos traía al CAR para entrenar y después nos regresaba a comer y descansar. Era pesado. Hoy, todo es más profesional. Estas instalaciones han sido un cambio enorme para lograr el crecimiento. Cumpliendo los objetivos, sabemos que tendremos más apoyo.

Según datos de la ONU en México, 1 de cada 3 mujeres ha experimentado algún tipo de violencia en espacios públicos. ¿En una sociedad como ésta, es posible organizar un Mundial Femenil?

Yo creo que estamos preparados. Al menos en el futbol, la respuesta ha sido positiva en los estadios. Como país, nos encanta este deporte. No pensamos en un futbol para ellas, sino para todos. Sin diferencias. Si algún día tenemos la posibilidad de organizar un Mundial, la respuesta irá por el mismo camino.

¿Y ver a una mujer vivir del futbol, sin tener que ocuparse de otro trabajo?

Estamos cerca. Ya hay un beneficio económico. Hoy, las jugadoras que estaban en el extranjero vienen a México, para jugar en nuestra Liga. De tener que salir del país a ganar dinero para poder vivir, ahora saben que pueden regresar y vivir bien.

¿Ganar un Mundial o calificar a los Juegos Olímpicos?

Me llenan más los Juegos Olímpicos. Son sólo dos lugares. Poder vencer a Estados Unidos y Canadá,  y llegar ahí, sería un paso importantísimo para hacer historia.

¿No era el momento de Charlyn Corral?

Lo que busco es un estilo de juego. ¿Qué necesitamos para lograr un objetivo? El esfuerzo de todos. Empezamos con un proceso y buscamos ampliar nuestras opciones, con talentos nuevos de la Liga. Así como ella, las demás también son piezas fundamentales. Tal vez no tendremos a esa jugadora que marcará diferencia, pero tenemos al resto.

¿Pudo comunicarse con ella?

No. Nos hemos mensajeado antes, pero tiene mi número. Buscaré el momento para que ella exprese lo que siente y que todo quede mucho más claro. Lo que queremos aquí es competencia, que nadie se sienta seguro. Eso va a generar otro tipo de ambiente. Las puertas están abiertas. 

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POR ALBERTO ACEVES

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