El tercero en un pleito es siempre el más aborrecido y, a pesar de ello, al réferi Laurentino Ramírez le gusta vivir la presión que se entremezcla con el sudor y la sangre en medio de un cuadrilátero. En el primer Torneo de Barrios de El Heraldo de México debutó como juez amateur, para nunca dejar el encordado y hoy vive más de tres décadas en el box profesional.
“Había sido boxeador amateur y hace muchos años (en 1969) El Heraldo de México hizo el primer Torneo de los Barrios, y lanzaron una convocatoria para el cuerpo técnico y de allí me inscribí para ser juez-réferi”, comentó Ramírez Oropeza, mientras enfunda sus manos en guantes de látex, que ellos utilizan para evitar enfermedades como VIH, o por si a un pugilista lo noquean pueda tomarlo al caer, nos explicó.
Además nos confesó que el boxeo de mujeres es espectacular: “Ver pelear a las damitas es muy asombroso, como Ana María Torres La Guerrera, y Mariana La Barby Juárez, por ejemplo, estuve casi todas las peleas de las dos y han sido tremendas; me emociona mucho, porque las chicas se dan con ganas allí arriba”, agregó sonriente, mientras su mirada señalaba hacia el cuadrilátero, que ha llenado su vida de crecimiento y alegrías y donde ha escrito una historia paralela a la de los campeones.
Por: Katya López