Atrás quedaron los tiempos de Carlos Hermosillo, Horacio López Salgado, Fernando Bustos, Eladio Vera, Sebastián Abreu, Emmanuel Villa y Octavio Muciño. Hoy, en Cruz Azul, a diferencia de otras épocas e, incluso, del torneo anterior, los goles se reparten en cantidades menores y no destaca un referente que sea letal en el área.
A diferencia de hace unos meses, cuando La Máquina disputó su última Final de Liga, la cosecha de anotaciones llegó a 30, incluyendo la fase de Liguilla, para un promedio de 1.3 en 23 partidos.
Los mejores anotadores celestes fueron Elías Hernández (seis), Milton Caraglio y Martín Cauteruccio (cinco cada uno). El resto se partió entre jugadores como Édgar Méndez, Pablo Aguilar (tres), Andrés Rentería y Roberto Alvarado (dos).
De ese presente que tuvo Cruz Azul, y con el que llegó a su primera Final bajo el mando de Pedro Caixinha, el cambio derivó en una crisis deportiva, en la que su efectividad se reduce a ocho anotaciones en nueve encuentros (un promedio de apenas 0.8 tantos por juego).
La cosecha se reparte ahora entre Elías (tres), Méndez, Caraglio (dos) y Orbelín Pineda (uno); este último recién llegado como refuerzo.
Por ALBERTO ACEVES