Liliana Ibáñez brilla con nueve medallas sobre su pecho. Es la máxima medallista de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, pero no sólo fabrica su éxito en las albercas, también ha representado a México en congresos del G20.
“En 2016 concursé y me seleccionaron para asistir y presentar mi proyecto en el G20, la cumbre más importante a nivel económico en el mundo, con países como Estados Unidos, Alemania, Canadá, Argentina, Brasil, Sudáfrica…“Es una cumbre muy importante de Relaciones Internacionales, que refleja lo que quiero ser en el futuro; ya tengo una Licenciatura en Planeación Urbana, Maestría en Desarrollo Urbano y ahora quiero hacer mi Maestría en Economía…¡de hecho, lo primero que voy a hacer con los estímulos que nos darán por las medallas es pagar mi nueva maestría!”, dijo emocionada Ibáñez López, quien además planea hacer un Doctorado en Economía Política. La guanajuatense de 27 años ganó cinco oros, una plata y tres bronces, pero de todos sus metales uno brilla más que ninguno, uno de tercer sitio. “Me quedo con mi bronce de 50 m mariposa. Esa prueba la nadé ocho minutos después de la final de 200 m libres. Mientras las demás nadadoras estaban fresquecitas antes de llegar al banco de salida, yo llegué rendida, para mí, sacarles la prueba en los últimos cinco metros fue increíble ¡y todavía no sé cómo lo hice!”, confiesa, fue la planeación de su coach, el estadounidense Steve Burdman, que la llevó al éxito. Pero antes de llegar a los nueve podios, Liliana hizo una dura labor de convencimiento. “Tuve que luchar contra mí misma, primero para convencerme de que podría nadar nueve pruebas, 18 eventos: eliminatoria y final; después convencer a los demás; luego ganarme mi lugar en el selectivo y al final convencerlos de que me dejaran nadar todas las pruebas. Hubo días que entrenaba cuatro sesiones, pero veo estas medallas y sé que todo valió la pena”, agregó. Liliana creó la oportunidad de resarcir los deseos no cumplidos en Veracruz 2014, donde buscaba siete medallas y en Barranquilla 2018 se despidió con nueve y más metas hacia los Olímpicos de Tokio 2020.
“Para mi es primordial que un relevo mexicano clasifique a Olímpicos. Es algo que no sucede desde Sidney 2000 y que es muy alcanzable con este equipo el próximo año tanto en el Mundial de Curso Largo, como en los Panamericanos de Lima 2019”, garantizó.Por Katya López