En el pasado de Carlos Reinoso, hay un partido que cada tanto vuelve a empezar: el de la final de la Temporada de 1971-72, contra Cruz Azul. Ocurrió el 9 de julio del último año, precisamente en el Estadio Azteca. Aquella vez, La Máquina goleó por 4-1 al América, que era el campeón defensor, y sembró el origen de una de las rivalidades más marcadas en la historia del futbol mexicano.
"Me queda un dolor muy grande. Fue una noche terrible", confiesa, en entrevista con El Heraldo de México. "Por eso El Gato Marín es uno de los mejores jugadores en la historia de Cruz Azul. En esa final, fue la máxima figura. Nos hicieron cuatro goles, pero a mí me sacó al menos tres de los ángulos. El final del segundo tiempo era un paseo".
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Dos goles de Octavio Muciño, uno de Héctor Pulido y otro de Césareo Victorino, todos dirigidos por Raúl Cárdenas, le dieron el tercer título al cuadro celeste frente a las Águilas.
"Nosotros veníamos de ser campeones, pero nos superaron. A partir de ahí, nace el clásico joven. De repente, la gente o los jugadores se confunden. Los clásicos los hace la afición y hay que jugarlos para ellos, con el alma".
Después de 46 años, el partido empieza de nuevo para Carlos Reinoso. Otra vez América y Cruz Azul, en una final del torneo mexicano. El recuerdo más reciente se centra en el Clausura 2013, a favor de las Águilas. Del otro, el chileno no quiere saber más.
Por Alberto Aceves