En la idea de buscar otro estilo, Cruz Azul se perdió. No encontró nunca la forma de superar sus propios miedos y se fue en cero contra el León. Abucheos, rechiflas y varias preguntas en el aire quedaron después de este empate en el Estadio Azul, el segundo que se da sin que La Máquina marque goles frente a sus aficionados.
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De haber querido La Fiera, el resultado habría sido a su favor, con las jugadas que tanto Mauro Boselli como Andrés Andrade desaprovecharon en el primer tiempo.
Por momentos su dominio fue tal, que, pese al esfuerzo de su rival por quitarle la pelota, el cuadro dirigido por Gustavo Díaz tuvo tiempo para bajar la velocidad e ir y venir, sin preocuparse por la defensa.
A diferencia de aquel Cruz Azul que superó a la Chivas en la jornada anterior, éste no tuvo luz ni mostró el mismo carácter. Lo único que le benefició fue la falta de puntería de Boselli y Andrade, además de Elías Hernández, que bien pudieron matar el partido en el complemento.
Se presentaron Carlos Peña y el argentino Walter Montoya por primera vez en su nueva casa. No obstante, ninguno marcó diferencia y pasaron de noche, como la mayoría de los tripulantes de La Máquina.
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Pocas opciones le quedaron a Pedro Caixinha para cambiar el sentido del juego.
Intentó con gritos, manoteos, conversaciones constantes en su área técnica, pero no sirvió de nada. Esta tarde, su equipo desconoció su idea y filosofía, así como la obligación de responderle a su público.
Por ahora, si bien conservó el invicto, el conjunto celeste llegó a 180 minutos sin marcar goles en el Estadio Azul, que vive su última temporada en la colonia Noche Buena. El León, por su parte, vuelve a casa con la mitad de su objetivo: apenas un punto de los tres que merecieron llevarse.
NÚMERO
18 780 espectadores en el Estadio Azul
180 minutos sin gol de Cruz Azul como local este torneo
Por: Alberto Aceves/El Heraldo de México