Mientras todos aguardaban en casa por la pandemia, Boris Schoemann (1964) escapaba “de manera clandestina” a La Capilla para enfrentarse a tres cámaras. En la soledad, el actor y director se convertía en un padre que debe despedir a sus hijos, después de que han sido seleccionados para empezar a colonizar Marte: “La obra tocaba temas muy relacionados con lo que estaba sucediendo: la pérdida, el tener que desprenderse de las cosas, pero también la esperanza viva de que algo bueno puede pasar”.
Un año antes de la emergencia sanitaria, Schoemann trabajó, por invitación de Dramafest, en la traducción de “Hasta luego”, texto del suizo Antoine Jaccoud (1957), que ahora regresa a escena, pero de manera presencial, en el mismo foro donde vivió su versión a la distancia. “Cuando leí el texto me pareció que el personaje era perfecto para mí y decidí actuarlo; lo hacía yo solito con tres cámaras, por zoom, con cada quien en su casa, hicimos toda una temporada ahí, fue muy interesante trabajarlo así”, recuerda.
Bajo la dirección de Daniel Bretón, el traslado de la obra a su formato presencial casi era lógico: el adiós se había convertido en un tema con el que todos habían tenido que lidiar, desde México hasta China.
“A todos nos toca de una manera u otra, ese es justamente el interés de este texto: me parece muy universal, muy actual y nos llega en cualquier país; todos hemos tenido que despedirnos de algo en algún momento, ya sea por la pandemia o por otras circunstancias, todos nos alejamos, de alguna manera de los que queremos”.
Con un tono futurista, el texto de 60 minutos, es el combate personal que vive un hombre que debe dejar que sus hijos partan a un viaje desconocido.
“La Tierra ya está medio inhabitable y se buscan nuevas opciones; sus dos hijos son seleccionados para ser de los primeros en conquistar Marte, por lo mismo es una despedida muy fuerte, muy emotiva, porque el padre tampoco quiere caer en el llanto y en la desesperación y se muestra muy orgulloso de sus hijos que se van, aunque les puede suceder cualquier cosa”.
“Es una despedida, porque hay viaje de ida, pero no de regreso; el padre se está preguntando si los volverá a ver, siempre con la esperanza de que todo va estar bien, aunque obviamente hay una inquietud enorme por el riesgo que conlleva el ir a fundar esa primera colonia hasta allá, esa es justamente la encrucijada: él quiere creer que todo estará bien, quiere combatir el abatimiento, mostrarse positivo y alentado”.
“Hasta luego” se presenta todos los lunes de abril a las 20:30 horas en La Capilla, que se ubica en Madrid,13, colonia Del Carmen, Coyoacán.
A DETALLE
- El montaje es realizado por la compañía Los Endebles, que dirige Boris Schoemann
- La obra recicla una escenografía de Jesús Giles, que busca crear sensación de vacío
- Adicionalmente, la obra cuenta con vestuario de Pilar Bolíver y musicalización de Daniel Bretón y David Barrera
FOTOS: CORTESÍA
MAAZ