Artista visual graduado de Arquitectura en la Universidad Autónoma de Coahuila. Ganó la Bienal Nacional Nómada y ha sido acreedor de la Beca Jóvenes Creadores por el FONCA, también ha realizado residencias artísticas en el Banff Center (Alberta), en Casa Wabi (Oaxaca) y en la Universidad Nacional de Colombia (Bogotá). Ha sido seleccionado en múltiples ocasiones para la feria Salón ACME y diversas bienales en México y Estados Unidos. Pronto hará una residencia en el Massachussets Museum of Contemporary Art y prepara su próxima exposición individual. Actualmente es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.
Trabaja principalmente con temas como el anhelo y la sensación de desencanto de su ausencia y también conceptos abstractos como el horizonte o las barreras físicas y sociales de la frontera entre México y Estados Unidos. Cree que el arte es señalar cosas y hacerlas evidentes. Su proceso inicia con ideas simples, llevadas a través de la experimentación y la investigación a nuevos rincones. Durante este proceso, diversifica entre disciplinas y lleva cada obra a diferentes formatos como pintura, video, instalación y arte objeto.
Ha expuesto en ciudades como Bogotá, Bruselas, El Paso, Tijuana, Ciudad Juárez, Monterrey, Aguascalientes y Ciudad de México. Entre las muestras destacan Abrigo de roca en LaNao Galería para la agenda de Zsona Maco 2021, Salón ACME No. 8, Memoria Involuntaria en la Galería K2 (Monterrey) y Los Ojos de la Crueldad en el Museo Nacional de San Carlos.
¿Qué retos tienes en este momento como artista?
Por ahora estoy trabajando en un proyecto de largo aliento para el Sistema Nacional de Creadores de Arte y preparando una exposición individual en la Ciudad de México, pero más allá de los retos profesionales siento una pulsión por explorar nuevos horizontes como creador; en cuestión de concepto, pero también en cuestiones de expandir mi trabajo a otros medios. Me llama mucho experimentar con la instalación.
¿Cómo te gustaría que el público se acerque a tu obra?
A mi me gusta encontrar gestos y mostrarlos, pero sin necesariamente enunciar una posición crítica o un juicio sobre estos gestos, intento que el público pueda tener su propia interpretación de mis piezas y que las pueda leer en varios niveles. Así sucede con mi pieza “20 pesos is one dollar”, que a primera vista parece un chiste, pero eventualmente y dependiendo de cada espectador, se abre a un debate mucho más profundo sobre economía y monumentos públicos.
¿Cómo definirías lo que haces?
En todo mi trabajo hay una especie de búsqueda, de anhelo, de algo que al final termina no consiguiéndose. Recurro a temas como el horizonte o la frontera que son a final de cuentas líneas imaginarias.
Redacción
PAL