«Willy And The Poor Boys», fue el mejor de los tres álbumes que Creedence lanzó en 1969. Ese año significó un momento cumbre en la carrera de los californianos. Lograron salvar al rock norteamericano y en este trabajo rindieron homenaje al blues (basta ver la portada para confirmarlo).
Abre «Down On The Corner» que significó un nuevo éxito en la lista de sencillos. John Fogerty se consagró como letrista con las insuperables «Feelin' Blue», «It Came Out Of The Sky» y «Don't Look Now (It Ain't You Or Me)».
De alto calibre
Mientras que en «Fortunate Son», la banda da muestra del por qué eran considerada una de las mejores del planeta (a la par de Beatles y los Stones).
Un rock rápido con una guitarra cruda que se fusiona con la precisión de la batería mientras Fogerty canta acerca de la Guerra de Vietnam y los problemas políticos de Estados Unidos. Un momento brillante.
Al Olimpo
El álbum cierra con la oscurísima y ominosa «Effigy», que contiene un arreglo cercano a lo barroco. Por desgracia, una canción poco valorada dentro del repertorio de esta banda.
Creedence lograría alcanzar la cima artística con «Cosmo's Factory» (1970). Pero fue con «Willy And The Poor Boys» donde se ganaron un lugar en el Olimpo de la música popular.
Por RODRIGO CASTILLO.