El cine de ficheras nos mostró un mundo lejos de la luz del sol pero con un alma ardiente en las noches, sin embargo, con el paso del tiempo y la modernidad han cambiado la forma en que los centros nocturnos ofrecen sus servicio, sin embargo, el mítico cabaret Bar Barba Azul hace honor a un lugar de Satán y seduce a quienes entran al subterráneo lugar en la colonia obrera.
Sobreviviente del tiempo y una época que jamás volverá, el mítico lugar es una máquina del tiempo en el que las chicas "ficheras" acompañan a los caballeros que buscan una femenina compañía y con quien pasar un momento efímero y agradable con la promesa de vivir cualquier aventura a quien esté dispuesto a vivir la noche iluminando los rostros con la luz neón del color de la pasión haciendo un acto involuntario de igualdad para todos.
Amor de Cabaret
Infinidad de leyendas y anécdotas dentro del sitio de Satán, el Barba Azul brinda el refugio perfecto para las almas solitarias que añoran las caricias de los falsos amores de cabaret al igual que hace 60 años que abrió éste lugar que denota cierta clandestinidad misma que resalta aún más la magia del cabaret y las hermosas mujeres que laboran en el lugar, quienes lamentablemente se han tenido que acostumbrar a una vida de "amores" tan efímeros como la noche.
Si quieres pedir una canción únicamente puedes pagar 30 pesos y el volado es cantar o sólo dedicatoria, este lugar ofrece una calidez inigualable, ya que se respira armonía, unión y familiaridad, si cantas o bailas, todos te aplauden y en ese instante la locura vuelve a cualquiera un miembro más de tan escondida hermandad.
Inframundo del placer
Pese a que el tiempo ha reclamado su presencia en el lugar, como el los pisos sucios, escaleras crujientes por la oxidación del metal que las soportan y la decoración con pintura descarapelada, no sería lo mismo si éste se renovara, además son una prueba viviente de la gloria y decadencia juntas en éste lugar.
Lo barato de sus servicios hacen que el lugar sea todavía más cómodo, con 180 pesos puedes adquirir una cubeta de seis chelas, con limón y sal, que evocan los recuerdos de las primeras salidas adolescentes pero con un ambiente bastante adulto, la magia del ambiente y la música hacen que cualquiera se pierda entre la realidad y la ficción de un fugaz momento nocturno.
Con información de Time out
avh