HOMERO ARIDJIS

Homero Aridjis revela sus secretos en nueva novela "Los peones son el alma del fuego"

A punto de cumplir 81 años, el poeta michoacano cuenta en su nueva novela, "Los peones son el alma del juego", las personalidades, intimidades y anécdotas que le tocó vivir a su llegada a la Ciudad de México, en 1958

CULTURA

·
Edita nueva novela a los 81 años.Foto: EFE.Créditos: Foto: EFE.

José Emilio Pacheco, glotón, al grado que robaba la comida del plato de sus acompañantes; Juan Rulfo, gruñón, difícil como maestro y perdiendo siempre la dentadura; Juan José Arreola, certero para guiar escritores en ciernes y entusiasta perdedor en el ajedrez, así recuerda el poeta Homero Aridjis (Contepec, MIch., 1940) a la camada de intelectuales de la que le tocó formar parte a finales de los 50, cuando llegó a la Ciudad de México.

"Casi como un autorretrato", así define el autor su nueva novela, Los peones son el alma del juego (Alfaguara, 2021), donde desvela los secretos que presenció. "Era otra ciudad, uno la vivía, la caminaba y había espacios sociales, culturales, en ese momento era la ciudad más vívida de habla española".

Una pasión guía el relato de Aridjis, la del ajedrez: "Para mí es una metáfora de la vida, el lenguaje del ajedrez no sólo quedó impregnado en mi vida, sino en mi literatura". Gracias a él, conoció a Juan José Arreola: "Desde el comienzo lo jugamos y hubo rivalidad entre nosotros, siempre de manera muy cordial, aunque siempre hubo mucho pique".

Aridjis, sin embargo, ganaba: "Yo le llamaba perdedor empedernido, porque entre más perdía más se apasionaba". Para enseñar a los jóvenes a escribir, en cambio,  era el mejor. No como Juan Rulfo que, "como moderador del Centro Mexicano de Escritores, donde llevaba un taller, era espantoso: cuando le presentaban los muchachos un texto, lo aventaba y decía: 'esto es una porquería, mejor dedícate a otra cosa', no los alentaba, no servía como maestro literario".

Por las páginas de la novela de Aridjis pasan también Elena Garro, Octavio Paz, Francisco Toledo y Elena Poniatowska. Una  camarilla que ahora parece lejana: "La vida cultural es muy pobre, tenemos un gobierno muy hostil a la cultura, en principio la editorial más importante de México, que era el FCE, no existe y es una desgracia". 

A punto de cumplir 81 años, el 6 de abril, Aridjis está satisfecho con su obra: "He tratado de ser un escritor honesto, sincero conmigo mismo. Me siento con buen ánimo para seguir escribiendo hasta que me muera". 

Por LUIS CARLOS SÁNCHEZ.

rcb