“En el arte del siglo XX hay muchas alusiones al otro, la mayoría de las cuales son primitivistas, vinculadas a la política de la alteridad”: […] (Foster, El artista como etnógrafo, 2001, 186).
Del 28 de octubre al 9 de noviembre de 2021 se llevó a cabo en la Ciudad de México el 2° Simposio Internacional de Artistas Plásticos en el Ombligo de la Luna: “El Retorno al Miktlán”, destacado proyecto que reunió a 25 creadores de 13 países del orbe, entre los que se encuentran Alemania, Bélgica, Canadá, Eslovaquia, Estados Unidos, España, Hungría, Irán, Italia, Polonia, Suiza, Transilvania y México, con el objetivo común de dar forma a una colección de arte contemporáneo inspirada en una de las tradiciones más profundas de nuestro país.
La reunión transformó los lugares donde institucional y tradicionalmente acontece el arte, el estudio o el taller del artista. En efecto, el Simposio modificó las estrategias de producción con base en el concepto de “artista radicante” de Nicolás Bourriaud, para quien la altermodernidad exige un nuevo sujeto, una serie de nuevas praxis y un lugar distinto para el arte.
Por lo tanto, lo que llamo altermodernidad designa un plan de construcción que permitiría nuevas interconexiones culturales, la construcción de un espacio de negociaciones que superarían el multiculturalismo posmoderno, más atento al origen de los discursos y de las formas que a su dinamismo. A esta pregunta de la procedencia, hay que sustituir la del destino. “¿A dónde ir?”. Esa es la pregunta moderna por excelencia. (Bourriaud, Radicante, 2009, 44).
Dicho encuentro fue auspiciado por la organización mexicana Kúpula Art México (KAM) en colaboración con la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura Unidad Tecamachalco del Instituto Politécnico Nacional, en su sección de Estudios de Posgrado e Investigación-Unidad Regina, Centro Histórico, Démeter Producciones, Future Team en su capítulo México, Culturalmente Responsable A.C. y el Centro Cultural Kerem Tá Merced de la CDMX.
¿En dónde está el camino para bajar al reino de los muertos? ¿En dónde están los que ya no tienen cuerpo? ¿Hay vida aún allá en esa región, en que algún modo se existe? ¿Tienen aún conciencia nuestros corazones?
Los fragmentos de Cantares Mexicanos sirven de marco para crear una colección de arte inspirada en el Miktlán, espacio que los mexicas narraban en 9 estadios donde el alma debe cruzar y que inicia aquel mítico río que resguarda el xoloitzcuintle.
No se trató de mexicanizar a los artistas extranjeros, sino de trasplantar su práctica en nuevas resonancias que cambien sus modos de pensar, de hacer, de ver.
Porque los creadores contemporáneos ya plantean las bases de un arte radicante, término que designa un organismo que hace crecer sus raíces a medida que avanza. Ser radicante: poner en escena, poner en marcha las propias raíces en contextos y formatos heterogéneos, negarles la virtud de definir completamente nuestra identidad, traducir las ideas, transcodificar las imágenes, transplantar los comportamientos, intercambiar en vez de imponer. (Bourriaud, Radicante, 2009, 22).
El recorrido traslada mental y físicamente a los artistas junto a la flor de cempasúchitl en dos latitudes: Xochicalco y Xochimilco, imagen que se complementa con la visita al pueblo mágico de Tepoztlán para observar ofrendas de gran valía en el Centro Cultural Tlalmanalco. Los colores, sabores y olores de la Gran Fiesta de México acrecentaron la inspiración de los visitantes. ¿El resultado del encuentro? Una relevante colección de arte contemporáneo realizada por artistas del mundo que hoy se acercan a nuestras tradiciones de manera vivencial.
El evento sirve como escenario para que autoridades de ESIA Tecamachalco, encabezadas por el director interino Luis Alejandro Córdova González, inauguren la Galería Ruth Rivera Marín con la importante exposición del artista polaco Bartosz Fraczek Bajo los cielos del Norte. En el mismo acto, el maestro Leonardo Castañeda López, en representación de la subsecretaría de Asuntos Multiculturales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, maestra Martha Delgado, destaca la importancia de la economía cultural para nuestro país y la transcendencia de la vinculación con otras partes del mundo.
Al final del encuentro, en el Año de la Economía Cultural, los artistas externaron, mediante un conversatorio, su compromiso de ampliar estas formas de expresión cultural para acercarlos a otros territorios de nuestro país.
Por Gustavo Luna López y Rita Morales Martínez
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