Algunos dicen que soy aire; otros, sonido.
Soy pasión, locura, irreverencia.
Libertad, creatividad o una ocurrencia.
Soy verano, otoño, la maldita primavera o la estación que prefieras.
Soy un gol, un touchdown, un comentario, una anécdota.
Soy acompañante perfecto para una noche de fiesta y también para una de tristeza.
Soy la voz de tu coche y de tu cabeza.
Puedo ser miles de historias y leyendas.
Soy la antena que surge de los escombros en septiembre de 1985 y la verdad del Movimiento Estudiantil del 68.
Soy la partida de Pedro Infante.
Soy ese que anda ahí. Sí, soy un grillo, una mano peluda o una patrulla radioactiva.
Soy rock, soy jazz, soy chachachá; una cabina, una noticia, una idea, un silencio incómodo, pero nunca un lugar común.
Soy la imaginación que jamás tuvo la pantalla chica y esa forma de ser tan asequible y seductora que nunca tendrá el séptimo arte.
Soy identidad, igualdad, autenticidad.
Soy la genialidad de Martín, la complicidad de Martha y Charo, el desparpajo de Olallo, la personalidad de Ilana, el análisis de Sergio y Lupita, la buena vibra de Tamara, la
naturalidad de la Reclu y el súbale al volumen de Jesús.
Puedo ser Kalimán, la media naranja o la hora nacional.
Tal vez soy tu conciencia.
Soy el idioma que quieras…
I’m Pink Floyd, I’m The Beatles, I’m Madonna.
I’m every breath you take, I’m ironic, I’m a zombie,
I’m the joyride, the Summer of 69 and Hotel California.
The truth is with or without you, poker face, we will rock you!
Nevermind your song, video never killed this star!
Y sabes una cosa, yo también vivo por ella.
Y soy cada loco con su tema.
Soy 11 maneras de ponerse un sombrero.
Soy el lado oscuro de la luna.
Soy fiebre de sábado en la noche.
Soy la canción más hermosa del mundo.
Soy el recuento de los daños.
Soy eterna soledad, fuego lento, arena.
Soy inevitable.
Soy la fuerza del destino.
Soy la chispa adecuada.
Soy coleccionista de canciones.
Soy corazón partío.
Soy amor prohibido.
Soy la vida loca.
Soy música ligera.
Soy la flaca. Soy querida.
Soy la reina de corazones.
Soy la chica de humo.
Soy la incondicional.
Soy una mujer de 100 años, que cada día se siente más joven.
Por Mariole Fernández
PAL